martes, 7 de octubre de 2008

Recordando el "Caso Watergate del Ajedrez"

El próximo 14 de octubre, en Bonn, Alemania, empezará el match por el Título Mundial de Ajedrez entre el indio Viswanathan Anand, actual campeón mundial, y el ruso Vladimir Kramnik. Como una antesala, republico el articuló “Entre escaques y retretes” que hice en el 2006 para la página Web “Club de Ajedrez de la UNI” de James Alvis Tafur.

En él hice un recuento del enfrentamiento entre el actual retador, Kramink, y la estrella búlgara, Veselin Topalov, resaltando, en particular, las virtudes de Kramnik como jugador de matches. Claro que Anand es un rival de mayor calibre, y habrá que analizar a mayor detalle las opciones de Kramnik frente a él.

Este encuentro es conocido ahora como el caso "Watergate" en alusión al problema surgido con las frecuentes visitas que realizaba Kramnik al baño, que terminaron por despertar la suspicacia de su rival.


Entre escaques y retretes

x Carlos Tovar
Antecedentes

El match por el campeonato mundial de ajedrez jugado en Elista entre el búlgaro Veselin Topalov y el ruso Vladimir Kramnik (El duelo entre las dos Vs, como alguien lo ha bautizado) pasará a la historia no sólo como el acontecimiento ajedrecístico del año 2006, dado que permitió la reunificación del título de campeón mundial de ajedrez, sino como uno de los encuentros más escandalosos en lo que a acusaciones y ataques sicológicos se refiere. Toda la información concerniente a este match ha sido ampliamente cubierta por chessbase.com.

El inicio del match concitó mucha atención no sólo porque estaba en juego la reunificación de los títulos de Campeón Mundial de la FIDE y Campeón Mundial de Ajedrez Clásico, sino también porque una vez más en la historia del ajedrez se enfrentaban dos jugadores de estilos disímiles.

Topalov y Kramnik son, en cierta forma, seguidores de los estilos de dos de los más grandes rivales de la historia del ajedrez, los rusos Gary Kasparov (campeón mundial 1985-2000) y Anatoly Karpov (campeón mundial 1975-1985). Es inevitable encontrar semejanzas entre el estilo dinámico y audaz del búlgaro, con típicos sacrificios de peón por actividad, y el estilo del Ogro de Bakú. Por su parte, el estilo de Kramnik, de alto contenido posicional y excelente juego defensivo, se desarrolló principalmente bajo la influencia de otro gigante del ajedrez, el también ruso, Anatoly Karpov. El propio Kramnik ha señalado que durante su juventud tuvo como libro de cabecera uno que contenía las mejores partidas de Karpov.

El resultado del match era de difícil pronóstico. Si bien Topalov había tenido excelentes resultados durante el último año y estaba merecidamente en primer lugar del ranking mundial, tenía un marcador desfavorable frente a Kramnik (+9, -20, =35) y poca experiencia en matches contra un rival de elite. Kramnik, en cambio, tenía en su récord el haber ganado un match nada menos que a Kasparov, y por si fuera poco sin perder una sola partida, y el haber revalidado su título frente al fortísimo GM húngaro Peter Leko. No obstante, sus resultados en el último año habían sido irregulares y se encontraba cuarto en el ranking mundial (ranking ELO a julio de 2006).

Se inicia el duelo entre las dos Vs

El 23 de septiembre se inició el match entre las dos Vs. Para decepción de los seguidores de Topalov, éste empezó perdiendo las dos primeras partidas; aun cuando en la primera había logrado una posición de tablas (la cual arruinó al buscar el triunfo) y en la segunda había obtenido una posición ganadora, tras haber jugado enérgicamente la apertura. Los triunfos de Kramnik se habían basado más en un juego defensivo y hasta cierto punto especulativo (en este aspecto se parece mucho a Karpov, a quien algunos criticaban por tener un estilo algo especulativo) que en un juego en busca de la iniciativa. La extraordinaria capacidad defensiva de Kramnik hizo también gala en la tercera y la cuarta partida. Tras cuatro partidas, Topalov se encontraba 1-3 por debajo en el marcador. Cualquiera podía imaginar la desazón que debía rondar entre los miembros del equipo búlgaro, pero nadie podía imaginar cuál iba a ser su reacción.

Topalov acusa a Kramnik

Con el marcador 1-3 en contra, Topalov y su equipo, comandado por Silvio Danailov, acusaron a Kramnik de hacer uso de programas de computadoras durante las partidas. Según el equipo búlgaro, Kramnik habría estado consultando dichos programas cuando en medio de cada partida se trasladaba al baño personal que tenía asignado para sí, dado que sospechosamente iba demasiadas veces a los retretes (supuestamente alrededor de cincuenta en una de las partidas, según calculó, erradamente, el equipo búlgaro). Como se sabe, los baños eran el único lugar de los ambientes donde se desarrollaba el match que no tenía cámaras de video. Topalov amenazó con retirarse si el Comité designado para el match no aceptaba una serie de condiciones. En respuesta al pedido del equipo búlgaro, el Comité tomó un conjunto de medidas, trasgrediendo, según casi todos los entendidos, los derechos de Kramnik y los acuerdos tomados antes del inicio del match.

Naturalmente, la respuesta de Kramnik no se hizo esperar. El ruso señaló que las acusaciones eran infundadas y amenazó con retirarse si no se cambiaba al Comité y se enmendaba el fallo de éste. Kramnik no se presentó a la quinta partida, la cual fue adjudicada a Topalov, quien ganó así por incomparecencia de su rival. El presidente de la FIDE, Kirsan Ilyumzhinov, se trasladó a Elista (cancelando una entrevista con Putin, presidente de Rusia) para encontrar una solución al serio problema suscitado. La FIDE decidió el cambio del Comité, anulando el fallo de éste y buscando una salida alternativa con la que ambos contendientes estén de acuerdo. Kramnik aceptó continuar el match bajo protesta, señalando que la quinta partida debía ser jugada.

Solidaridad con Kramnik

Casi con unanimidad la comunidad ajedrecística se solidarizó con Kramnik, señalando que las acusaciones de Topalov carecían de validez. Más aun, algunos jugadores expresamente dijeron que la conducta del búlgaro tuvo el único fin de desmoralizar a Kramnik. Así, con el transcurso de los días, prestigiosos GMs como Seirawan y Nunn dirigieron cartas abiertas señalando que las acusaciones de las que Kramnik había sido víctima eran absurdas. Luego, el 2 de octubre, un grupo de siete GMs, integrado por Carlsen, Heine, Gustafsson, McShane, Nyback, Rowson y Van Wely, envió una carta de apoyo a Kramnik, condenando la actitud de su rival. El mismo día, otro grupo de 25 jugadores, entre GMs, IMs y WIMs, integrado por jugadores como Short, Korchnoi, Lautier, Seirawan, Khalifman, Gelfand, entre otros, envió otra carta de apoyo a Kramnik, condenando la actitud de su rival. El 4 de octubre, Svidler y Bareev enviaron, a su vez, una tercera carta de apoyo a Kramnik.

Por su parte, el 9 de octubre, en una charla dada en San Francisco, Boris Spassky, el genial ajedrecista ruso campeón del mundo entre 1969 y 1972, manifestó también su apoyo a Kramnik.

Karpov, por su parte, en una entrevista dijo: “(…) está perfectamente claro que la delegación búlgara quería molestar el equilibrio de Kramnik y, con ello, intentar mejorar sus opciones. Y han tenido éxito. Recibieron un punto de manera ilegal. (…) A mi modo de ver, se han servido de métodos inmorales”. Y agregó: "En lugar de Kramnik, yo me hubiera ido”. Por su parte, Victor Korchnoi, el gran campeón sin corona, en una entrevista tuvo que aceptar que estaba de acuerdo con Karpov, su gran rival de antaño, señalando que en el lugar de Kramnik el también habría dejado el match (todas las cartas y entrevistas acá mencionadas figuran en la página de chessbase.com).

[[Recordando la Crisis de Reykiavik (1972): Similitudes y diferencias con la Crisis de Elista (2006)


Boris Spassky - Bobby Fischer

La Crisis de Elista ocasionada por las acusaciones de Topalov ha traído recuerdos a la comunidad ajedrecística de la Crisis de Reykiavik de 1972, que surgió tras las exigencias hechas por Bobby Fischer sobre las condiciones de juego. Curiosamente tanto Bobby como Topalov empezaron perdiendo el match 0-2. Existen, no obstante, claras diferencias entre ambas crisis.

Spassky, rival de Bobby Fischer en 1972, ha dicho que las exigencias de Fischer no pueden, de ninguna forma, ser comparadas con lo que ha sucedido en Elista, dado que las críticas de Bobby fueron contra los organizadores, nunca contra sus rivales, a diferencia de las acciones de Topalov, las cuales han sido dirigidas contra su rival. En la misma línea, Kasparov, en un artículo aparecido en el Wall Street Journal el 2 de octubre, dijo "Fischer puede haber tenido un comportamiento difícil e inestable, pero fue un deportista cuyos reclamos se basaron en principios y en un sincero deseo de mejorar los estándares del ajedrez. Las condiciones de juego y premios mejoraron gracias a sus esfuerzos".

En efecto, Fischer solía hacer una serie de exigencias a los organizadores de los torneos sobre la iluminación, cámaras de video, distancia a la que debían ubicarse los espectadores, premios, etc., pero frente a sus rivales se caracterizó por ser muy respetuoso.

Existe además una clara diferencia en el momento en que cada crisis empezó. En la Crisis de Elista, los reclamos de Topalov empezaron luego de que éste se ubicara dos puntos por debajo en el marcador. En el caso de la Crisis de Reykiavik de 1972, los reclamos de Fischer empezaron antes de que perdiera las dos primeras partidas. Como se sabe, durante el desarrollo de la primera partida, Fischer protestó sobre la cercanía de las cámaras de video, argumentando que ellas hacían ruido y no le permitían concentrarse, exigiendo que sean inmediatamente cambiadas de lugar. Tras la reanudación de la primera famosa partida, en la cual Bobby había entregado un alfil -tras un aparente error de cálculo-, en lugar de concentrarse en la partida, estuvo exigiendo, a través del arbitro, que los organizadores retiren las cámaras de video, lo cual podría explicar que dejase escapar dos oportunidades de tablas, perdiendo finalmente la partida y colocándose 0-1. Luego, como no le dieron garantías de que las cámaras iban a ser retiradas, Fischer no se presentó a la segunda partida. Ello le costó un segundo punto, y se colocó 0-2 (resulta curioso que desde finales de los 60’s, Bobby aseguraba que, aun ofreciendo en un match dos puntos de ventaja a cualquier jugador del mundo, vencería a su rival).

Paradójicamente, si existe una semejanza entre las acusaciones de Topalov en Elista con lo sucedido en Reykiavik, ¡son precisamente las acusaciones que los rusos hicieron en contra Fischer! Como se sabe, Fischer remontó el marcador (ganó la 3ra, 5ta, y 6ta partidas y se puso adelante en el marcador), y luego de la partida décimo séptima, con el marcador 10-7 a favor de Fischer, los rusos manifestaron ante los organizadores que el americano estaría usando dispositivos electrónicos para afectar el juego de Spassky.

Supuestamente, dichos dispositivos estaban instalados en el asiento que usaba Fischer e irradiaban una serie de rayos a Spassky, los cuales eran activados cuando Fischer se paraba y desactivados cuando se sentaba. El asiento de Bobby tenía cuatro ruedas en las que Bobby se deslizaba cómodamente cuando jugaba. Era el mismo asiento que usó cuando jugó contra Petrossian en las semifinales jugadas en Buenos Aires, Argentina, y había pedido que se lo traigan desde esa ciudad. Sin decir nada, los organizadores cambiaron el asiento de Bobby por otro idéntico. Desarmaron la original, lo hicieron pedazos, pero no encontraron nada en su interior, excepto dos moscas muertas. ]]


Se reanuda el match

Volvamos a Elista. Como se sabe, Kramnik perdió la quinta partida por incomparecencia y pudo haber exigido que se jugase la quinta partida como condición para no abandonar el match, pero se mostró demasiado generoso y continuó jugando el match, aunque bajo protesta del resultado de la quinta partida. ¿Extraordinaria confianza en si mismo? ¿Exceso de caballerosidad? No se sabe. En cualquier caso su decisión sorprendió prácticamente a todos.

Así, el 2 de octubre se reanudó el match y Kramnik, con negras, empató la sexta partida, la que resultó ser una de las más pacíficas de todo el match, acaso porque los últimos acontecimientos habían extenuado a ambos oponentes.

El 4 de octubre, previamente al inicio de la séptima partida, Silvio Danailov, asesor de Topalov, acusó nuevamente a Kramnik de usar el Fritz 9. Danailov señaló que de las cinco primeras partidas jugadas (de la primera a la sexta, sin contar la quinta, que no se jugó) el 78% de las jugadas de Kramnik coincidió con la primera línea del Fritz 9. ¿Y qué de extraño hay con eso? Si Danailov estaba sugiriendo que el porcentaje de similitud entre el número de jugadas de Kramnik y las recomendadas por Fritz 9 era sospechoso, es decir inusualmente alto, lo menos que debía haber proporcionado es el porcentaje de similitud que se espera que un jugador de ELO superior a los 2700 obtenga. Aun así dudo que pueda haber construido una posición sólida. Durante la conferencia de prensa realizada tras la séptima partida, Kramnik respondió a tales acusaciones, entre otras cosas, diciendo lo siguiente: “En San Luis, el porcentaje de Topalov fue incluso mayor”.

¡Primera victoria de Topalov!

La octava partida, jugada el 5 de octubre, trajo una grata sorpresa para los seguidores de Topalov. Tras 52 jugadas, y con piezas negras, Topalov venció a Kramnik. El ruso entró en un dudoso intercambio de torre y peón por dos piezas menores, pero la estructura de peones favorecía a las piezas negras, las cuales fueron aumentando la presión contra las huestes del bando blanco, obligándolo a abandonar.

Segunda victoria de Topalov, pero Kramnik luce tranquilo

El 7 de octubre se jugó la novena partida. Topalov llevó las piezas blancas y, usando una novedad sugerida por el GM español Francisco Vallejo, miembro de su equipo de asesores, sorprendió a Kramnik, quien, tras encontrarse una posición inferior, ofreció poca resistencia y terminó perdiendo en la jugada 39.

Pese a dos derrotas consecutivas que lo pusieron por primera vez por debajo en el marcador, Kramnik lucía completamente tranquilo. Según reporta chessbase.com, en la conferencia de prensa posterior a la partida incluso bromeó y dijo que gracias a que perdió la partida antes de las 7:00 p.m., podría ver el partido de fútbol entre Rusia e Israel que se iba a jugar ese día.

Un hecho notable de la personalidad de Kramnik es, precisamente, su aparente tranquilidad durante y después de una partida, por adverso que haya sido el resultado para él. No existe una expresión de angustia o preocupación en su rostro. Según reporta chessbase.com, ninguna pregunta en la conferencia de prensa, por impertinente que sea, parecía aturdirlo. Kramnik parece tener mucha fortaleza sicológica, de otra forma, no se puede explicar cómo las acusaciones de las que fue objeto no parecieron afectarlo significativamente.

¡Kramnik reacciona!

El 8 de octubre se jugó la décima partida y Kramnik, tras una sorpresa en la apertura, obtuvo una posición superior. Topalov, en una posición inferior, cometió un grave error y terminó perdiendo sin oponer mucha resistencia. El marcador se puso 5-5, pero la ventaja sicológica regresó al campo de Kramnik. En la décimo primera partida, Topalov, con blancas, jugó agresivamente lanzando prácticamente todos sus peones contra el bando negro. Tras neutralizar la iniciativa del blanco, Kramnik obtuvo un peón de más en un final de una torre por bando y alfiles de distinto color, y presionó para ganar. En esta ocasión fue Topalov quien tuvo que asumir la penosa tarea de defenderse con piezas blancas. La partida se declaró empate en la movida 45.

La última partida

El 8 de octubre se jugó la décimo segunda partida, la última del encuentro. Kramnik, con blancas, emprendió un típico ataque de las minorías en el flanco de dama. A cambio, Topalov obtuvo un ataque en el flanco de rey. La pregunta era ¿quién llegaría primero? En determinado momento, Kramnik se decidió por simplificar la posición en el flanco dama, lo que llevó la partida hacia una posición de tablas.

Dramático desempate: Kramnik campeón del título reunificado!

El 13 de octubre se jugó el desempate a 4 partidas rápidas (25 minutos con 10 segundos de incremento). Kramnik, con negras, frenó lo embates de Topalov sobre el tablero y la partida terminó en tablas. En la segunda, Kramnik, con blancas, se anotó la primera victoria del desempate, tras un excelente medio juego y final. El marcador se colocó 1.5 a 0.5 a favor del ruso. La reacción de Topalov no se hizo esperar. En la tercera partida, llevando las blancas, Topalov venció e igualó el marcador. En la última partida Kramnik llevó las blancas y se esperaba que fuese en busca de la victoria. Kramnik obtuvo una posición superior en la partida y llegó al final de juego con un peón de más. Topalov, aunque se encontraba en una posición inferior aún podía ofrecer resistencia, pero cometió un grave error que lo llevó a una rápida derrota. El match había finalizado. Kramnik se convirtió en el nuevo campeón FIDE del mundo y el título quedó reunificado.

Anotaciones finales

Es difícil adivinar que habría pasado si Topalov hubiera ganado la segunda partida, en la que dejó escapar una victoria relativamente fácil, la cual, de haberse concretado, hubiera sido una derrota aplastante para Kramnik. Ya he comentado la fortaleza sicológica de Kramnik, pero hay otro detalle que resulta importante mencionar, esta vez respecto a Topalov.

El búlgaro, pese a ser un jugador extraordinario, comete muchos más errores que otros GMs de elite. Su último error (44…. Txc5??) le costó una derrota rápida en la última partida del desempate. Otro grave error (24 …f6??) precipitó su derrota en la décima partida y permitió a Kramnik igualar el marcador. En la segunda partida, no vio una continuación relativamente fácil de encontrar (32. Txg4!) y dejó escapar la victoria, y la partida terminó, para el mayor de sus males, en una nueva derrota. Este año, en el Wijk aan Zee, en su partida contra Kamsky no vio una rápida jugada ganadora (17. Ae5!), y, aunque terminó ganando, la falta de agudeza en momentos críticos de una partida dejó ciertas dudas respecto a su fuerza de juego.

Un dato curioso que llama poderosamente la atención es que Topalov es co-autor de tres de las partidas más sorprendentes de los últimos 20 años, pero en todas ellas pierde! La primera, la “inmortal de Karpov”, jugada en el Torneo de Linares de 1994 (aunque en honor a la verdad, me pregunto: ¿quién en la historia del ajedrez hubiera podido contra el Karpov de ese Linares?) en la cual el ruso ganó una de sus más brillantes partidas. Una verdadera joya ajedrecística. La segunda, la “inmortal de Kasparov”, jugada en el Torneo de Wijk aan Zee de 1999, en la que Topalov, con negras, se vio totalmente arrasado por la fuerza combinativa del Ogro de Bakú, y ayudó a producir una de las mejores partidas de fines del siglo XX. Finalmente, el asombroso final contra Shirov (“el final inmortal de Shirov”) del Torneo de Linares de 1998, en la que el sucesor de Tal jugó la pasmosa 47…Ah3!!, sacrificando asombrosamente un alfil sin obtener material a cambio, derrotando expeditivamente a Topalov. Aunque en esta última partida es difícil culpar a Topalov por semejante derrota (¿quién podría haber imaginado semejante jugada de Shirov?), resulta curioso que siempre se las ingenie para producir joyas ajedrecísticas en las que él es el vencido!

Topalov, al llegar a su país, ha manifestado su deseo de jugar el match de revancha. De acuerdo a las reglas de la FIDE, como ex-campeón, si logra juntar una bolsa de 1.5 millones de dólares puede volver a desafiar a Kramnik. En caso de producirse un encuentro de revancha, no dudo que el mismo sea mucho más difícil para ambos rivales, pero por estilos, creo que Kramnik seguirá siendo el favorito: plantea extraordinariamente bien su estrategia en todo el match en lo que a líneas que más le conviene se refiere (lo demostró ante Kasparov en su match del 2000, llevándolo hacia posiciones “muertas” en las que el ogro no podía desplegar su genio combinativo) y tiene una excelente capacidad defensiva que le permite neutralizar osados ataques y, con frecuencia, sacar ventaja si su rival ha comprometido su posición (cualidad que le va muy bien contra un jugador de estilo impetuoso como Topalov). Por último, posee una mayor precisión en los finales de juego que Topalov.

Original publicado en: Octubre de 2006 en "Club de Ajedrez de la UNI"

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