Aún no he tenido la oportunidad de ver la adaptación al cine animado de la excelente historieta “Persepolis” escrita por Marjane Satrapi. La película, producida en Francia y dirigida por la propia Marjane, ha tenido muy buenos comentarios de la crítica especializada. Ha ganado el "Premio del Jurado" en el Festival de Cannes 2007, Francia la ha postulado como candidata al Oscar 2008 a “Mejor Película Extranjera” y ha sido nominada a "Mejor Película Extranjera" en los Globos de Oro 2008.
La película no ha sido estrenada aún en Perú. ¿Tendremos que esperar que gane un Óscar para que así sea? Si los distribuidores y público en general pusieramos más atención a los premios Cannes que a los Óscar, nuestra cartelera sería mucho más interesante...
En cualquier caso recomiendo que quienes deseen ver la película y no hayan leído la historieta aún, lo hagan. Para aquellos que tienen la idea de que la historieta no es arte o que tiene pocos recursos narrativos comparados al cine, la lectura de "Persépolis" puede traerles más de una sorpresa.
Aunque ya es una noticia pasada, me gustaría poner esta nota sobre el concierto que el pasado jueves 20 nos brindó Leusemia, legendaria banda de rock peruana liderada por Daniel F, en La Noche de Barranco.
Ese día se respiraba un aire especial. De telonero estuvo el grupo El Aire. Antes que la banda entera Leusemia subiera al escenario, el Kimba se trepó en él para tocar unas cuantas canciones con “Bowie” Magán, ex integrante de Voz Propia. Luego, con la banda completa sobre el escenario, subieron, cada uno en su momento, Raúl "Montaña", ex integrante de Leusemia, y Rafo Ráez. Al final del concierto, Rafo volvió a subir al escenario para interpretar “Oirán tu voz, oirán nuestra voz”, cerrando el concierto de fin de año de una de las bandas legendarias de la movida rock peruana.
Los diarios peruanos dieron cuenta hoy de que el ajedrecista peruano Emilio Córdova obtuvo el título de Gran Maestro (GM), gracias a lo que viene siendo su actuación en el Torneo Internacional "Carlos Torre Repetto" que se desarrolla en México. Para quienes no están familizarizados con lo que el título de GM significa, éste es el título máximo que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en Francés) puede otorgar a un ajedrecista profesional. Su obtención no es nada fácil. Se necesita acumular una serie de puntos en torneos organizados por la FIDE en los cuales participan consagrados jugadores.
Actualmente, Perú tiene tres GMs: Orestes Rodríguez, Julio Granda y Henry Urday. Córdova con 16 años se convertirá en el cuarto GM peruano, y a una edad más temprana que la que Julio Granda vino a ser GM (Julio obtuvo ese título a los 19 años). Excelente noticia!
La caricatura que, a través del diario La República, nos entrega hoy Carlín es sencillamente genial.
Además de gran caricaturista, Carlín es uno de los mejores analistas políticos del Perú... Digo esto porque con una sola viñeta y con un par de globos (bocadillos) es capaz de hacer una crítica mordaz de alguna circunstancia, momento o situación relacionada con la vida política del Perú; una que si uno no la matiza con humor puede terminar por amargarnos la existencia...
El triunfo de Gata Kamsky en la Copa del Mundo de Ajedrez ha eclipsado injustamente el suceso conseguido por Magnus Carlsen. Este joven genio noruego, quien cumplió 17 años de edad el pasado 30 de noviembre, ha hecho enormes progresos durante los últimos años, como corresponde a alguien con su enorme talento. El último es precisamente el haber llegado a la semi-final de la Copa del Mundo. A su paso, Magnus derrotó a Zhao (2-0), Naiditsch (3-1), Domínguez Pérez (1,5-0,5), Adams (1,5-0,5) y Cheparinov (1,5-0,5). En 14 juegos sólo perdió una partida, precisamente ante Kamsky.
Actualmente Carlsen se encuentra en el puesto 16 del ranking mundial. Los 15 jugadores ubicados mejor que él le llevan entre 5 y 21 años. Me atrevo a decir que si la historia sigue su curso, Magnus será en pocos años campeón mundial. Tal vez en el 2010. Me baso no sólo en sus resultados sino también en su forma de jugar. Ciertamente, hay varios jugadores jóvenes talentosos como Karjakin por ejemplo, pero no encuentro en ninguno de ellos esa marca de genio que encuentro en Carlsen cuando reproduzco sus partidas. Carlsen hace jugadas y golpes tácticos totalmente inesperados, frente a las que uno no puede evitar fruncir el ceño y preguntarse ¿qué ha visto este niño? Jugadas que, guiadas por un esquema de juego sumamente activo y original, me hacen recordar al gran Bobby Fischer…
En cualquier caso el tiempo nos dirá si Carlsen será capaz de ceñirse la corona de campeón mundial de ajedrez sobre sus sienes. Entre tanto, sólo recomiendo seguir sus próximos pasos. Reproducir sus partidas es de por sí un gran deleite...
Gata Kamsky, quien el 2004 retornara al ajedrez profesional después de casi 8 años de inactividad, venció hoy a Alexei Shirov y ganó así la Copa del Mundo de ajedrez que se celebró en Khanty-Mansiysk, Rusia.
Como se recuerda, en 1996, Gata, con 22 años de edad, sorprendió a medio mundo cuando anunció su retiro del ajedrez para dedicarse a su carrera de medicina. En 1999 hizo una breve y desafortunada reaparición en el Campeonato Mundial organizado por la FIDE en Dallas, perdiendo en la primera ronda frente a Alexander Khalifman, quien a la postre se coronó campeón del mundo.
Los primeros resultados de Gata, tras su retorno en el año 2004, fueron bastante flojos, como era de esperarse después de tantos años de inactividad. El genial y siempre polémico Kasparov sentenció que Gata jugaba un ajedrez antiguo comparado con el que desplegaban entonces los jóvenes jugadores de elite, quienes habían progresado rápidamente con la ayuda de poderosos programas de computadoras. Kamsky, cuya flojera no es menos conocida que su talento, se encargaría, poco a poco, de responder al Ogro haciendo rápidos progresos en los meses subsiguientes.
Ahora, con 33 años, Gata acaba de ganar la Copa del Mundo y el derecho de enfrentarse a Veselin Topalov para dilucidar quien será el retador del campeón mundial de ajedrez, título que actualmente ostenta el indio Viswanathan Anand. A su vez, en el ínterin, “Vishy” Anand deberá revalidar su título frente a Vladimir Kramnik. Como se observa, la agenda ajedrecística está bastante cargada para el año 2008. ¡Enhorabuena!
Salió el trailer de “Meteoro” (“Speed Racer”), la última película de los hermanos Wachowski, basada en la popular serie de dibujos animados del mismo nombre creada a finales de los 60s.
Meteoro será interpretado por Emile Hirsch, quien este año protagonizó a Christopher McCandless en “Into the Wild” (2007), bajo la dirección de Sean Penn. El Enmascarado (Racer X) será interpretado por Matthew Fox, famoso por su interpretación de Jack, el héroe salvavidas de la exitosa serie de TV “Lost”. Trixie será interpretada nada menos que por Christina Ricci. Y los padres de Meteoro por John Goodman y Susan Sarandon… Habrá que ver!
Hice el siguiente relato con los títulos de las todas las canciones de Soda Stereo que figuran desde "Nada Personal" (1985) hasta "Sueño Stereo" (1995). Espero les guste.
"Cuando cae el sol, miro a través de mi persiana americana y compruebo que sigo aún en la cuidad de la furia. Decido salir a recorrer sus calles, a iniciar el rito de cada noche, a andar hacia donde pueda confundirme entre la gente, como un camaleón entre las rocas. Doy pasos ligeros, sin sobresaltos (como si estuviera paseando por Roma) imaginando que no existes al menos en momentos como éste en los que suelesdejarme solo. Y aunque hoy es sólo el séptimo día de tu partida, me parece que te hubieras ido hace un millón de años luz… ¿o será sólo quizá que en este día el tiempo se x-playó?
De pronto, en mi recorrido, como si llegara a mis ojos por obra de un zoommágico, diviso una luna roja agazapada tras la cúpula de un templo, adornada por una crema de estrellas de aspecto moiré -similar a una ameba de cuerpos celestes- que hace remolinos a su alrededor. Remolinos que son como vientos huracanados que nacen del ojo de la tormenta creada por un ángel eléctrico quien, por pasar sus días observándonos y tratar de hacer que recordemos nuestra fe, siempre toma la ruta más larga de regreso al cielo, causando un efecto doppler a su paso.
Luego, ni un segundo después, llega a mis oídos el sonido de un disco eternode música ligera que me invita a una danza rota, a un juego de seducción envuelto en un dulce sahumerio, a una terapia de amor intensiva bajo el ritmo de tus ojos. Pero tus ojos son ahora prófugos de mi mirada y evitan que nuestras imágenes retro (nuestros recuerdos, aquellos de 1990) hagan ecos sobre tus pupilas.
Decido alejarme de esa canción animal, que más parece compuesta para una danza entre caníbales que bebieron afrodisíacos y se comieron el cuerpo del delito sin dejar, siquiera, un corazón delator como testigo. Me aparto de la canción (para no quejarme después de que ella usó mi cabeza como un revolver) procurando no dejar signos de mis pasos, ni las texturas de la planta de mis pies sobre el claroscuro de la acera, como nos los dejaría sobre el mar la caída de un hombre al agua.
Huyo para evitar un final triste, un final caja negra. Huyo, pero luego, en el borde de la noche, me doy cuento que aún estoy azulado y que necesitaré más que un té para tres (oun pinic en el 4º B) para sentirme mejor… y que, si no fuera porque no se trata éste de un día común, podría decir que ya no siento nada personal, que ya fue... Y sólo me alienta pensar que, cuando pase el temblor, retomaré la secuencia inicial de mis sueños, para empezar, otra vez, la primavera cero de mis días…"
Cada día más empresas multinacionales se estarían volviendo socialmente más responsables con respecto al impacto de sus actividades productivas sobre la sociedad en su conjunto… y no por una estrategia de mercadeo solamente. Al menos eso es lo que cree Bruce Piasecki, quien presenta sus argumentos en un artículo del Christian Science Monitor: “The Social Responsibility Revolution”.
Primero, Piasecki se esfuerza en mostrar que el cambio vale la pena (para los que aún lo dudaban). Un comportamiento socialmente más responsable de las multinacionales tendría un impacto en proporción a sus respectivos tamaños, es decir gigantescos. Veamos el tamaño de los mastodontes: de las 100 economías mundiales más grandes, 29 son empresas multinacionales y no países (sic); las ventas de las 200 multinacionales más importantes equivalen al 28% del PIB (Producto Interno Bruto) mundial; y, para terminar con una “buena” noticia, un tercio del comercio mundial ocurre entre multinacionales. Mi primera reacción podría resumirse en las siguientes preguntas: ¿cómo llegamos a tales desproporciones? ¿Se puede esto considerar legítimo o democráticamente correcto? Para Piasecki esa no es la cuestión, lo importante es entender hasta qué punto el cepillado de un solo pelo de estos mastodontes podría darnos a todos un nuevo look y a nuestra pachamama una nueva juventud...
Pero volvamos a la tesis central de Piasecki y preguntémonos ¿sobre qué descansa su afirmación: la revolución está en marcha… y es, además, liderada por multinacionales? Lo menos que esta afirmación despierta es curiosidad. ¿Quieren pruebas? Piasecki se basa en lo siguiente. General Electrics duplicará de acá a 2010 sus inversiones en energías renovables (eolianas principalmente). Toyota ha vendido más de un millón de carros híbridos, limitando de esta manera las emisiones de gases de efecto de invernadero. El mejor ejemplo, según Piasecki, nos viene de Wal-Mart, el gigante mundial de la distribución a gran escala (quien de hecho pesa lo mismo que Polonia en la economía mundial), con su plan «Sustainability 360». Wal-Mart exigirá a sus proveedores reducir en 5% el volumen de sus empaques de aquí a 2013, lo que equivale a retirar 213.000 camiones de la circulación; aumentará la eficacia energética de sus almacenes de 30% al 2012 y la eficacia de sus medios de transporte en 25% al 2010; y finalmente reducirá los desechos de sus almacenes en 25% al 2008. Todo un programa a 25% o casi. ¡Felicitaciones!
Según Piasecki, el punto de partida de este proceso virtuoso es el cambio considerable del comportamiento de los consumidores, quienes ahora basarían su elección no solamente en la calidad y el precio de los productos sino también, cada día más, en consideraciones sobre la famosa responsabilidad social de las empresas. Resulta entonces que ustedes, señores consumidores, se están volviendo realmente exigentes, responsables. Conscientes ciudadanos que expresan sus preocupaciones medioambientales mediante el acto del consumo. Virtuales merecedores del Nobel de la Paz, colegas de Al Gore. ¡Y por obra de un milagro, o como resultado del funcionamiento del sistema de incentivos del mercado, las multinacionales se someten, sumisamente, a los deseos de ustedes, el rey cliente! Quién lo hubiera creído… Estas empresas, tan poderosas, están respondiendo a vuestros deseos. Ahora bien, Piasecki admite que este cambio de comportamiento no sería resultado de un comportamiento altruista por parte de las multinacionales (¡no es tan ingenuo!) sino de la voluntad de incrementar sus respectivas participaciones de mercado respondiendo a la demanda de ustedes, consumidores.
Obviamente, debemos reconocer avances hacia procesos de producción y productos socialmente más responsables; resultados de cambios de conciencia, de comportamientos y de la naturaleza de los incentivos del mercado. Sin embargo, me parece difícil compartir el optimismo, sin duda inocente, de Piasecki, quien anuncia el advenimiento de un cambio radical del mundo del negocio, nada menos. Me gustaría equivocarme, pero en ciertos casos el pesimismo, en vez de ser abrumador, puede ser muy esclarecedor. En efecto, ¿podemos creer que los incentivos del mercado y sus actores realizarán el conjunto de cambios necesarios por su propia iniciativa, y sobre todo, al ritmo que nuestro planeta nos lo exige?
Mi primera y principal objeción al optimismo de Piasecki reside en que omite considerar el balance total de las acciones de las multinacionales en términos de responsabilidades sociales. Para poder formular una evaluación justa de sus respectivas responsabilidades sociales, hay que tomar en cuenta el conjunto de las externalidades que generan. Cuando una de estas multinacionales hace el balance anual de sus actividades, tendrá incentivos para celebrar con champagne sólo si determina que su balance global es positivo, y no si únicamente una de sus líneas de producción reporta ganancias. Me explico… Si bien Toyota vende carros híbridos, ¿cuál es el costo del conjunto de sus actividades (incluyendo carros "100% contaminantes") para el planeta y las generaciones futuras? ¿Quién se responsabiliza por este costo? Cuando General Electrics duplica sus inversiones en energías renovables, ¿cuánto CO2 emite para producir el resto de energía (es decir cerca del 100% de su producción total)? Cuando Wal-Mart reduce en 25% sus emisiones de CO2, ¿cuál es su balance global en términos de responsabilidades sociales hacia sus países proveedores (principalmente países con bajo costo de la mano de obra), de sus clientes o de sus empleados (ver un artículo del New York Times acerca de la explotación de los mismos)? Bajo la lógica de Piasecki, se podría considerar como una revolución al simple hecho de que cada persona recicle sistemáticamente sus periódicos, aunque ande todo el año en 4X4, incluso para distancias cortas, mire sus programas preferidos en una pantalla plasma, y de la vuelta al mundo en avión tres veces por año.
Se requiere una visión más exhaustiva del conjunto de impactos o externalidades de la actividad productiva de las multinacionales sobre la sociedad en general, acompañado de un seguimiento de dichos impactos. Aunque desearía compartir el entusiasmo de Piasecki, un poco más de proyección nos invitaría a considerar estas iniciativas como meramente interesantes o prometedoras, pero no revolucionarias, lamentablemente. Las soluciones 100% mercado al desafío ambiental que entusiasman tanto Piasecki, o también 100% tecnológicas, no son ni fiables ni razonables. La mano invisible del mercado debe sin duda mover sus dedos para llevar el muñeco a buen destino (porque se necesitan más de un par de fuerzas existentes para enfrentar estos desafíos) pero deberá también, primero, juntarse con la mano de los poderes públicos, y segundo, cerrarse sensiblemente para limitar el consumo de productos contaminantes (empaques y procesos de producción incluidos).
Termino con dos argumentos adicionales. Creo que tenemos el derecho y el deber de preguntarnos hasta dónde las empresas están dispuestas a ir y a qué ritmo. Si se tratase sólo de estrategias de mercadeo, otra tendencia llegaría pronto para reemplazar la responsabilidad social, y ocurrían cambios proporcionales a los desafíos. Pero Piasecki asegura que no. Que se trata de un cambio estructural, el cual estaría impregnando en la cultura empresarial moderna. ¿Deberíamos creerle? Si fuera el caso, ¿no tendríamos más que esperar que las cosas se den por sí mismas y entonces no habría necesidad de hacer ningún tipo de esfuerzo? Y ¿estos cambios estructurales se harían en el corto periodo con el que se urge compensar por los daños generados por el uso excesivo de los recursos naturales en el pasado reciente? A ustedes les toca decidir si quieren creerle o si, en defecto de eso, prefieren una actitud proactiva de pesimismo ilustrado… (sobre este tema, ver el artículo “Catastrophisme Eclairé”).
Para concluir, agregaría también algunas dudas sobre la capacidad de los consumidores para motivar a los productores el adoptar comportamientos hacia una responsabilidad social creciente y adaptada a la magnitud de los desafíos globales. En mi opinión ello requeriría de la conjunción de varias condiciones que están lejos de ser cumplidas por el momento. Primero, la mayoría de los consumidores debería tener un nivel de conciencia social suficientemente desarrollado para querer actuar de manera responsable. Segundo, estos mismos consumidores deberían disponer de la información (y a veces del presupuesto) necesaria para tomar decisiones de consumo que correspondan a su estado de conciencia. Finalmente, sería necesario que los productores tengan la capacidad y la voluntad de responder a las señales enviadas por los consumidores. Aunque el camino restante sea todavía largo, estas condiciones nos muestran que muchas de ellas descansan en nuestros comportamientos como consumidores y como ciudadanos. Es en esto que deberíamos ser optimistas y entusiastas. Y, si buscamos una revolución, es ahí en donde hay que buscarla, al interior de nosotros mismos, ciudadanos del mundo.
Las redes sociales de internet, como Facebook, myspace o hi5, vienen adquiriendo día a día cada vez más usuarios. Un artículo de El País publicado en junio de este año daba cuenta que cada día 100 mil nuevos usuarios entraban en la red de Facebook.
A través de facebook, y claro, también de myspace o hi5, uno puede encontrar a antiguos compañeros de la escuela, viejos amigos, o contactarse o unirse a grupos de personas que tengan intereses similares a uno. No obstante, su uso puede ser un arma de doble filo...
Si tú eres uno de los usuarios de Facebook (o myspace o hi5) y eres de los que les gusta poner en él la mayor cantidad de información personal que puedas; desde lo que lees, comes, respiras, ves, escuchas, haces y dejas de hacer, incluyendo, desde luego, fotos donde muestras a toda tu red cómo te diviertes, te recomiendo leer “Facebook, en la mira de las autoridades británicas” y “Facebook: efecto boomerang”.
Cito algunos párrafos de ellos que pueden ser de tu interés.
“Un reporte de los servicios de seguridad británicos alertó sobre la vulnerabilidad en la que se encuentran los millones de jóvenes que vuelcan sus datos personales en internet. No sólo pueden caer en las manos de "ladrones de identidad", sino que también ponen en riesgo su futuro académico y profesional, informó el periódico The Independent”.
“Recientemente Get Safe Online, un grupo de seguridad en internet respaldado por el gobierno Británico, inició una campaña para advertir sobre el riesgo del robo de identidad al usar Facebook y MySpace.
Además, en una encuesta que la organización realizó entre 2.000 usuarios de estos sitios, el 30% admitió que los usaban para buscar a ex parejas y casi un tercio los usaron para saber más sobre sus jefes, colegas o candidatos para puestos de trabajo.
La recomendación de los especialistas es que sea cauteloso con los datos que hace públicos a través de las redes sociales de internet, porque no sabe si algún día podrán ser usados en su contra”. Como para pensar un poco...
Si hay una selección de fútbol que sea lo más predecible del mundo ésa es la peruana. Se caracteriza por tres cosas:
- Uno: Casi siempre obtiene un mal resultado. - Dos: Si alguna rara (rarísima) vez obtiene un “buen resultado”, se sentirá campeona del mundo. - Tres: Inmediatamente luego de ese “buen resultado” vendrá la catástrofe. Es decir, perderá aparatosamente en su siguiente partido, demostrando, de manera irrefutable, que el “buen resultado” fue champa, chiripa o, para decirlo en español claro, suerte o pura casualidad.
Eso acaba de pasar con la selección peruana de fútbol que juega las eliminatorias para el mundial de Sudáfrica 2010. Empató con Brasil el domingo 18 y ayer miércoles 21 perdió 5 a 1 contra Ecuador, que, dicho sea de paso, ganó su primer partido en lo que va de las eliminatorias.
Es una historia de nunca acabar. La selección peruana es experta recibiendo goleadas. Y tiene muy buenas a nivel mundial. Un 6-0 contra el equipo de casa en Argentina 78. Un 5 a 1 contra Polonia en España 82. Claro, no ha vuelto a suceder que el equipo peruano sea humillado de esa forma en una copa mundial… ¡porque sencillamente no ha vuelto a clasificar a un mundial desde 1982!
Yo la verdad no entiendo por qué tanto afán de la afición peruana en querer que su equipo clasifique al mundial. ¿Para qué? ¿Para que todo el mundo vea cómo golean al equipo peruano? Yo, sinceramente, creo que es mejor no clasificar. Así al menos la vergüenza queda acá a nivel sudamericano…
Hace un tiempo escribí un artículo sobre el fútbol peruano (Mentiras de Fútbol). Luego de ello dos amigos, fanáticos e irremediablemente irracionales cuando de fútbol se trata, me dijeron que escribirían unos artículos en respuesta al mío. Yo me ofrecí a publicarlos. Hasta ahora estoy esperando a que me los envíen. Sospecho que no tienen material para defender a su selección…
La carátula del Diario Perú 21 de hoy dice: “Que se vayan todos, empecemos a trabajar desde cero”... ¡Señores…pero si ya estamos en cero! …
Sin pretender hacer de crítico de cine, sólo como alguien que gusta de él y de compartir sus impresiones, diré que la adaptación de la película "El amor en los tiempos del cólera" me pareció bastante mediocre. No logra, ni por asomo, el “feeling” de la novela.
Me gustó la actuación de Bardem como Florentino Ariza y la de Giovanna Mezzogiorno como Fermina Daza no está mal.... pero el personaje de Juvenal Urbino merecía mejor suerte. La actuación de Benjamín Bratt tratando de seducir a Fermina me hace recordar más a Pepe Le Pu que al Juvenal de la novela. Y John Leguizamo como padre de Fermina resulta insoportable. Excesivamente teatral.
Otro tema flojo es el pésimo maquillaje. Especialmente el de Fermina por quien parece que no pasan los años. Creo que el director confundió el personaje de Daza con el de Ursula Iguarán de Cien Años de Soledad, quien superó la vejez y el paso de varias generaciones.... Créanme, Florinda Meza luce más vieja cuando interpreta a Doña Florinda que la Mezzogiorno interpretando a una Daza de más de 70 años...
No se siente el paso del tiempo. Es difícil darse cuenta si ha pasado un año o si han pasado diez, o cincuenta. El maquillaje no ayuda. Tampoco cómo se desarrollan los hechos (al inicio uno ve a los hijos de Fermina y Urbino pequeños y, de pronto, al final de la historia, uno los ve como un grupo de manganzones discutiendo sobre el romance que, repentinamente, ha retornado a la vida de Fermina). En fin...
El director, Mike Newell, cuenta que pasó cerca de año y medio tratando de convencer a Márquez para que le dé los derechos para hacer la versión cinematográfica de la novela. Márquez, quien se había negado sistemáticamente a aceptar que los grandes estudios de Hollywood lleven su novela al cine, aceptó, según Newell, cuando éste le dijo: “Soy Florentino y no voy a rendirme hasta que me diga que sí”. No sé si tras el estreno de la cinta Márquez se ha arrepentido de aceptar el pedido de Newell. De ser así, al menos le quedarían como consuelo 3 millones de dólares en su cuenta, que es lo que se presume le pagaron por los derechos de su novela… Yo sólo pido que me devuelvan el dinero de mi entrada!
Hace unos días se anunció que “Dragon Ball”, la popular saga de anime japonés creada por Akira Toriyama, será finalmente llevada al cine. No hay muchos detalles sobre su producción y los pocos que hay no son precisos. El Diario El País dice que será estrenada en el 2010. Se planea empezar a filmarla el 2008. El director sería James Wong. No hay información disponible en IMDB sobre el casting (inicialmente se decía que el actor que interpretaría a Gokú sería Tom Welling, ahora se rumorea a Justin Chatwin). Se especula que la adaptación al cine será llevada al estilo de las películas “300” o “Sin City” (ambas adaptaciones de historietas de Frank Miller). O de Matrix, que tiene más el estilo del anime japonés que las anteriores (especialmente la tercera de la trilogía, cuyas peleas entre Neo y el agente Smith se asimilan mucho a las de Dragon Ball Z). De otro lado, parece que se basará en la Saga de Vegeta, lo cual parece muy apropiado porque es cuando Gokú descubre cuál es su verdadero origen. Habrá que ver...
“Soy nervioso, extraordinariamente nervioso, lo he sido siempre, pero ¿por qué dicen que estoy loco? La enfermedad ha agudizado mis sentidos, pero no los ha destruido ni embotado. De todos ellos sobresale el oído en agudeza y firmeza. Con él he escuchado muchas cosas del cielo, de la tierra y bastantes del infierno, entonces ¿cómo puedo estar loco? Escuchen con que calma, con que serenidad puedo contarles esta historia…” (Edgar Allan Poe, “El Corazón Delator”) De esa forma soberbia comienza el “Corazón Delator”, uno de los relatos más celebres de Edgar Allan Poe (Boston 1809-Baltimore 1849), el genial e influyente escritor norteamericano, quien muriera trágicamente a los 40 años de edad bajo efectos de Delirium Tremens. Poe es increíblemente actual y moderno. Ha abarcado diversas ramas y géneros de la literatura. Fue cuentista, poeta y ensayista, y aunque escribió relativamente poco (una sola novela, cerca de setenta cuentos, cincuenta poemas, además de una serie de ensayos) abarcó muchos géneros como el de miedo, el policíaco, el de aventuras y, aunque les cause sorpresa, el humorístico. Justamente, en esta nota quiero resaltar diversidad de la obra de Poe, específicamente en su faceta de cuentista. La magnitud y trascendencia del legado literario de Poe fue enorme. Basta decir que ha influido, de distintas maneras, en una serie de escritores como Doyle, Verne, Stevenson (muy crítico, pero a la vez admirador de Poe), Lovecraft, Bradbury, Borges, Cortázar, Quiroga, entre otros.
En el género de miedo, del cual es considerado fundador, Poe escribió notables relatos como “La caída de la casa Usher”, “El Barril de Amontillado”, “El Gato Negro”, “El Corazón Delator” (ver dibujo de adaptación al cómic de Alberto Breccia), “El Pozo y el Péndulo”, “Entierro Prematuro” y “El Demonio de la Perversidad”, por mencionar sólo algunos. En este género Poe siempre es un referente inevitable y es fácil reconocer su influencia en otros autores. En sus relatos el miedo proviene fundamentalmente de la psiquis de sus personajes, más que del mundo que los rodea. Y como la fuente del miedo que sienten está en ellos mismos, les es difícil, sino imposible, escapar de él. Sus hombres son atormentados, delirantes, afiebrados. Medio paranoicos. Bordean la locura, sufren alucinaciones (el protagonista de “El Gato Negro” padece de alucinaciones visuales; el de “El Corazón Delator” de alucinaciones auditivas), deforman la realidad, viven atormentados por el miedo a la muerte, por la pérdida de la mujer amada (“Eleonora”, “Ligeia”, “Berenice” y “Morella”). Por su parte, sus mujeres son frágiles, pálidas, enfermizas. Fantasmales, casi inexistentes. Efímeras. Condenadas a una muerte repentina o, peor aun, a una gradual y lenta. Vagan en los cuentos como almas en pena. Estos personajes y sus fobias crean un clima bastante denso y agobiante, e irreal a veces, en el que sólo tenemos certeza de que alguna desgracia acecha a los protagonistas. Al narrar estos cuentos en primera persona, Poe, deliberadamente, no nos permite saber si las circunstancias que los envuelven ocurren tal cual son narradas por ellos o están alteradas por sus mentes delirantes.
En el género policíaco (¡del cual también él es considerado fundador!) Poe escribió tres cuentos “Los asesinatos en la calle Morgue”, “La Carta Robada” y “El misterio de Marie Roget”, los cuales marcaron el inicio del género policiaco y en los que dio vida a Auguste Dupin, indiscutible precursor de Sherlock Holmes, como el propio Conan Doyle admite. En estos cuentos Poe hace gala de su extraordinaria mente analítica. Aunque “Los asesinatos en la calle Morgue” es el más conocido y seguramente el mejor de los tres (Según Borges y Bioy Casares, Poe “No podía prever que inauguraba un género nuevo; no podía prever la vasta sombra que esa historia proyectaría"), “La Carta Robada” es un brevísimo pero exquisito relato donde el talento analítico y de acucioso observador de Dupin se pone en acción para resolver un asunto que a todas luces parece muy singular pero que, como el genio de Dupin demuestra, resulta siendo bastante trivial. “El Misterio de Marie Roget”, aunque de menor calidad que los dos primeros, revela la asombrosa capacidad analítica de Poe; su enorme inteligencia. Como se sabe, Poe se inspiró en el asesinato de Mary Rogers, –una joven que fuera asesinada en los alrededores de New York–, de cuyos sucesos se enteró únicamente a través de la prensa. Lo asombroso es que la hipótesis que Poe elaboró sobre el asesinato de la joven (que versaba en si el asesinato de la joven fue llevado a cabo por un individuo solo o por un grupo de individuos) fue corroborada prácticamente en su totalidad por declaraciones de dos testigos claves, tiempo después que este cuento saliera a la luz (según el recopilador de su obra Edward H. O’Nell). ¡Poe había resulto el crimen sin estar en la escena de los hechos! En el género de aventuras Poe escribió uno de sus relatos más brillantes, “El Escarabajo de Oro”, un cuento en el cual, con una lógica y precisión matemática asombrosa, un grupo de personas logra descubrir dónde se hallaba escondido un tesoro en forma de escarabajo. Por otro lado, en “La incomparable aventura de un tal Hans Phaall” Poe, haciéndolas de precursor de Julio Verne, narra la travesía de este hombre (Phaall) a la Luna. Por su parte, en “Las aventura de Arthur Gordon Pym (de Nantucket)”, la única novela que escribió, narra la travesía por mar y tierra de un hombre, Pym, quien por una serie de fatales circunstancias se ve envuelto en los más extraños sucesos, enfrentándose a lo desconocido (como los seres que habitaban el interior de la tierra) y a la muerte, que lo acechan a lo largo de su atribulado viaje. (Esta novela quedó inconclusa, justo en una ya célebre parte en la cual el personaje, encontrándose en uno de los polos de la Tierra, ve un enorme objeto blanco. Ese final, o la ausencia de él, dejó muchas dudas sobre lo que Poe quiso escribir y abrió paso a una serie de especulaciones sobre lo que exactamente vio Pym). El género humorístico, finalmente, ha sido el menos explorado por Poe. Tiene, no obstante, algunos relatos bastante interesantes. Dos ejemplos de ellos son “Los Anteojos” y “El Aliento Perdido”, para mi gusto los más destacables que tiene Poe en este género. En el primero de ellos, cierto día, un hombre joven, quien pese a ser sumamente miope se resiste a usar anteojos, se enamora a primera vista de una mujer a quien cree bella y joven... En “El Aliento perdido” Poe juega con la extraña situación de un hombre que un buen día (mal día, en realidad) pierde el aliento y con las extrañas y no poco jocosas circunstancias que se originan en su vida a partir de ese momento...
Cada quien tiene una propia forma de recordar a sus escritores favoritos. Cuando yo pienso en Poe pienso en atmósferas agobiantes y personajes atormentados, medio paranoicos; en giros inesperados; en situaciones extremas y finales imprevistos; pero, sobretodo, pienso en una mente brillante, increíble y rigurosamente racional, lúcida como pocas. Para mi gran suerte el primer cuento que leí de él (“El Corazón Delator”) cayó en mis manos cuando yo era aún niño, husmeando un libro de texto de Literatura de uno de mis hermanos mayores. Fue en cierto modo providencial que reparase en la foto de un hombre de rostro asimétrico y mirada triste y adusta. Aun más, leer el comienzo del cuento que acompañaba su foto (narrado en primera persona) y notar que el personaje que estaba a punto de contarnos su historia estaba notoria e irremediablemente loco…
Como el cuervo aquel (del poema “El Cuervo” de Poe) que entró por la ventana a los aposentos de un hombre que acababa de perder a su amada y le repetía sin cesar “Nunca más”, sus cuentos también llegaron para decirme que no se irán de mis recuerdos, que no se alejarán jamás, nunca jamás.
El tema sugerido en el título puede parecer ligero, pero es, en realidad, un asunto muy serio, especialmente para quienes crecieron disfrutando la saga de historietas del arácnido, el bicho más exitoso de la Marvel Comics.
Como es harto conocido, Spider-Man (no Spiderman) nace cuando una araña radioactiva pica a Peter Parker, un joven adolescente (nunca mejor dicho porque este individuo adolece de muchas cosas, entre ellas la capacidad para ligar con alguna chica) estudiante de ciencias, transfiriéndole los poderes de una araña (hasta entonces yo no sabía que las arañas tenían poderes). Desde ese momento, el joven genio adquiere la fuerza proporcional de una araña, y la agilidad y capacidad de ésta para escalar paredes y techos. Adquiere, además, un sentido arácnido que le advierte de situaciones peligrosas (tal vez fue una araña hembra quien le picó y lo que adquirió en realidad fue el sexto sentido femenino, que puedo jurar, es mucho mejor que el de Spider-Man). Y por alguna mágica razón, repentinamente, este jovencito descubre, gracias a su cerebrito de genio, la fórmula mágica para hacer un fluido de telaraña (deduzco, además, que la araña que le picó era muy inteligente) que al ser expulsado de su cartucho y hacer contacto con el aire, se convierte en una red muy similar a una telaraña. (Qué oportuno descubrimiento, ¿verdad? Peor aun es la versión cinematográfica, en la cual la telaraña sale de su cuerpo. ¿No creen que después de recorrer un par de manzanas de New York, Arañito –Spidey– quedaría deshidratado? Hagan la analogía con lo que quieran y me darán la razón).
Pero no es por toda esta sucesión de hechos increíbles e inverosímiles que Spider-Man no puede existir. No, no lo es. Después todo, la radiación puede justificar el nacimiento de todo tipo de superhéroes, de cualquier especie de bicho. Si no, veamos a los Cuatro Fantásticos, Dark Devil o Hulk, nacidos por obra de la radiación. O Godzila. Y recordemos que Bart Simpson, toda una autoridad en superhéroes, tiene al Hombre Radioactivo como su personaje de ficción favorito. Las razones por las que Arañito no puede existir son más mundanas, más triviales que las de su asombroso nacimiento. Esas razones tienen que ver con su famoso y fachoso traje. Aquí las razones:
- Para empezar es realmente asombroso que de la noche a la mañana Peter Parker se vuelva en un consumado confeccionista. En un maestro de corte y confección. En modisto. Diseña uno de los mejores trajes que pueden existir en el universo de superhéroes (alguien dirá, al fin y al cabo, si una araña puede tejer una hermosa red ¿porqué él no podría confeccionarse un lindo traje?). Siempre me he preguntado cómo hizo Arañito para hacer las finas líneas que simulan una red de telaraña sobre el área roja de su traje. Cómo hizo un disfraz tan perfecto que el pliegue entre la máscara y el traje ni se nota.
- Por otro lado, ¿han reparado en lo incómodo que deber ser su traje? Siempre me asombró el traje de Arañito, pero no por lo colorido sino por lo incómodo que debería ser. Todo pegadito y ajustado. ¿Se imagina alguien llevar el traje de Arañito en un caluroso día de verano en New York? ¿No, verdad? No es posible. Por muy superhéroe que seas por lo menos te mueres de calor. Pero él como si nada. ¿Y qué me dicen del invierno? Eso sí que es insoportable. ¿Con ese traje a 10 grados Celsius bajo cero? Definitivamente no hay hombre ni araña que lo resista. Nunca vemos a Arañita con una casaca o saco. O al menos una bufanda. Nada, sólo el traje.
- ¿Y qué me dicen de la combinación de colores del traje? ¿No creen que sus colores, azul y rojo faber castell, sean demasiado llamativos como para pasar desapercibido? ¿No podría cambiarse a un color más discreto, menos llamativo? Digamos un gris o un azul oscuro casi negro. O un marrón oscuro. ¿Cómo hace Arañito para entrar a su departamento por la ventana sin que nadie note nunca, aunque sea por una sola vez, que un bulto color rojo y azul cruza el cielo y se adentra por la ventana de un edificio? Bien difícil de creérsela, ¿no?
- ¿Y qué me dicen de que en 45 años de existencia Arañito no cambie su traje, teniendo en cuenta todas la incomodidades que le debe causar? Ni que fuera su piel. (Algunas veces cambió veces su traje –ejemplo por el traje negro que después heredó Venom– pero sólo por un corto tiempo). Digamos, podría usar un traje más oscuro, uno menos llamativo y que pase desapercibido; no usar una máscara que le cubra toda la cara y que no le permita respirar; usar un traje en verano y otro en invierno. Usar zapatillas, no andar sólo en medias y con un par de plantillas, y usar, cuando el frío arrecie, un pulóver.
Y miren ustedes que el cabeza de telaraña es considerado uno de los personajes más verosímiles del universo de superhéroes por ser un joven que, como muchos, pasa apuros económicos, no es el alma de la fiesta y tiene un jefe que lo explota. Si eso pasa con Arañito ¡qué podemos decir de los otros! Si no, miren a Superman, quien usa, como alguien anotó hace mucho, el calzoncillo encima del pantalón, y además, agregaría yo, cree que con ponerse unos lentes nadie lo reconoce.
Alguien podrá decir que estas razones son triviales, y claro que lo son, pero justamente allí está el asunto: si los creadores de superhéroes o superbichos quieren que parezcan reales, deberían empezar precisamente por darle sentido a las cosas triviales que rodean las vidas de estos personajes.
El 9 de julio de este año, los diarios bonaerenses reportaron que el día anterior habían caído copos de nieve sobre Buenos Aires, por primera vez desde 1918, luego de 89 años.
La noticia que reportaron dichos diarios no era exacta. Ignoraba que la última vez que nevó en Buenos Aires fue hace 50 años, una noche de 1957, en una hora en la cual la mayor parte de bonaerenses dormía, excepto unos pocos como Juan Salvo y sus amigos (Favalli, Luca y Polsky). La nevada que cayó esa noche sobre Buenos Aires anunciaba el inicio de una invasión extra-terrestre al planeta Tierra. Esa es la historia que nos cuenta Héctor Oesterheld, –brillante guionista de historietas, quien desapareciera en 1977 durante la dictadura militar Argentina–, en su célebre obra “El Eternauta”, ilustrada por Solano López.
El Eternauta es la historieta argentina más reconocida de todos los tiempos, y una de las mejores de la historieta mundial en el género de ciencia ficción. Convertida en una obra de culto, su historia se desarrolla en el mero corazón de la capital bonaerense y empieza con una inusual nevada sobre dicha ciudad. Más inusual aun porque esos copos de nieve, como no tardan en descubrir Juan Salvo y sus amigos, matan a quienes tocan. El estupor de ellos es aun mayor cuando descubren que los copos de nieve son provocados por extra-terrestres, quienes han venido a invadir la tierra. Los hechos subsiguientes depararán una serie de sorpresas a los protagonistas, cuya suerte, en todo momento, pende de un hilo. Y Oesterheld nos los narra con maestría .
La idea de copos de nieve que matan tiene un significado sutil: Si algo tan inocuo en apariencia como los copos de nieve es letal ¿qué pueden esperar Juan Salvo y sus amigos de quienes los provocaron? Con ese recurso al inicio de la historia, Oesterheld se encarga de decirnos que Salvo y sus amigos se enfrentarán a algo completamente desconocido y, por ello mismo, aterrador.
A medida que avanza la historia uno inevitablemente presume que toda resistencia ante los invasores, –los “Ellos”, como los bautizan Juan Salvo y sus amigos–, será inútil. No obstante, el instinto de supervivencia prevalece sobre el temor a lo desconocido. En ese intento se destaca la importancia del accionar colectivo frente al individual. Como nos dice Oesterheld: “El único héroe válido es el ‘héroe en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo”. Pero, para tragedia del grupo, éste se encuentra completamente aislado e incomunicado con otros grupos que podrían también estar ofreciendo resistencia a los invasores. Ello trae un sentimiento de aislamiento, de soledad colectiva. (Esa soledad se acrecienta porque la ciudad luce vacía y, por si fuera poco, los copos de nieve que la cubren la hacen parecer más extraña y ajena). Conforme se desarrolla la historia el héroe colectivo se sorprende no sólo al conocer nuevos aspectos del enemigo, sino también al darse cuenta de lo que él mismo es capaz de hacer para sobrevivir…
El desarrollo argumental es lo más destacable, mucho más, para mi gusto, que las ilustraciones. Los dibujos de Solano López, como en prácticamente la mayoría de sus obras, se caracterizan por estar desprovistos de toda pretensión y sofisticación. Son más bien sencillos, simples. Pero la sencillez y simplicidad de López (y calidez, como anotó el propio Oesterheld) funciona muy bien en esta obra porque permite balancear la creciente tensión de la línea argumental y dejarle a ésta el mayor protagonismo. (Por ejemplo, un dibujo más sofisticado como el que hizo Alberto Breccia para una versión más corta del Eternauta –publicada en 1969– trajo como resultado un producto inferior. Las viñetas eran extraordinarias si se las miraba una a una independientemente de la historia, pero no tanto si se las miraba en conjunto como complemento de ella).
No es exageración decir que El Eternauta ha trascendido el ámbito de la historieta, ubicándose entre las obras literarias con más significado para Argentina. Si no, tomemos en cuenta que en el 2000 el diario Clarín la incluyó en su colección Serie Clásicos de la Biblioteca Argentina, al lado de obras tan importantes para la literatura argentina como las de autores como Borges, Cortázar o Quiroga.
Han pasado 50 años desde la publicación de esta obra y durante ese tiempo no ha cesado de ganar admiradores. En Buenos Aires no nieva pero este año nevó para recordarnos que El Eternauta cumplía medio siglo de vida... Imagino que por un momento, el 8 de julio último, los bonaerenses se preguntaron si aquellos copos de nieve que caían eran el anuncio de que su ciudad estaba a punto de ser invadida por extra-terrestres.
“Una Palabra Tuya” es el retrato de dos mujeres que son barrenderas, Rosario y Milagros, quienes se conocen desde niñas. Rosario es la relatora de los años transcurridos junto al terremoto de Milagros. Son dos proyecciones de un mismo espejo deformante, dos trayectorias vitales, una hacia la nada cruel desde una triste vida y la otra hacia un futuro expectante desde una vida redimida. En el transcurso siempre presente están la piedad y el perdón. Estas barrenderas en su andar por las calles de Madrid recogen los restos de vidas ajenas destinados al olvido. A Milagros le gusta recuperar algunos de ellos para darles un espacio en su vida. En cambio, Rosario va limpiando su camino, en la medida que nos relata su historia se deshace de lo viejo. Esta es una historia triste, aunque se logra leer con un placer desgarrador. Emocionalmente densa, es una novela profunda llena de sarcasmos que de pronto se transforman en ternura. El existencialismo es el centro de esta historia.
La mayor parte de la novela está contada en forma de monólogo, así Rosario nos presenta, de una forma muy irónica, la relación con su amiga Milagros, a su familia y en general el drama de su vida un tanto fracasada. A lo largo de este monólogo Milagros aparece en la sombra como un personaje al que se desprecia pero que es indispensable, Rosario siempre se siente superior a Milagros, pues tanta lealtad por parte de Milagros molesta profundamente a Rosario. Sin embargo, el desinterés de Milagros por los comentarios de la gente en general la hace ver superior a Rosario, pues …la debilidad de Rosario era el juicio ajeno. Si no hubiera sido tan dependiente del juicio ajeno tal vez hubiera sido más feliz … (p. 172). La autora avanzada la historia rompe con el monólogo para pasar al diálogo. Así le da voz y vida a Milagros para que los lectores la entendamos como ella era y no solamente por la interpretación de Rosario.
La autora, Elvira Lindo, reveló en una entrevista en Madrid que “Una Palabra Tuya” …es una historia completamente inventada, no se ha fijado en la historia de otra persona, esta historia es pura invención, de alguna cosa que leyó en algún periódico, de algo que vio en la calle... Es el libro en el que ha puesto más de sí misma y quiere creer que es el mejor que ha escrito. Y podríamos decir que su pálpito de ser este su mejor libro se ha hecho realidad, pues en el año 2005 fue galardonada con el Premio Biblioteca Breve.
Esta historia nos presenta a la vida tal y cual es, con sus cosas lindas y sus cosas feas, con aspiraciones, sueños, renuncias y traumas existenciales. Podríamos decir que es un volcán en erupción de sentimientos y describe con un realismo pragmático el comportamiento humano. No siempre podemos entender los designios de nuestro propio destino hay veces que hacemos cosas feas pues delante tenemos una vida dura, y vemos todo negro aunque no queramos. Como cuando nos cuenta Rosario sobre la rareza de los recuerdos, dice que hay veces que te hacen disfrutar de una felicidad que no te diste cuenta y con la que no fuiste feliz (p. 41). O también como cuando Rosario nos plantea lo rara que puede ser la vida ante la compra de un objeto de su pasado por un extraño. Según Rosario, alguien estaba siendo estafado, ya sea el extraño que pagaba lo que fuera por recuperar un objeto del pasado o ella que no vio nada bueno en su pasado y huía de sus recuerdos como de la peste (P. 158/159). ¿Quien lo sabe? De todos modos aunque Rosario no creía en la superación de la adversidad como su madre, trata indiscutiblemente de limpiar su propia vida y seguir adelante.
Consciente de que la sección de ajedrez de este blog pueda ser considerada monotemática (dado que recientemente “postié” un artículo sobre Bobby Fischer) publico esta excelente nota biográfica titulada “Los Hijos de Fischer” escrita por William Moreno. Esta nota es un buen complemento de mi artículo "¿Por qué se retiró ‘Bobby’ Fischer?" enfocado sólo en las razones del retiro de Bobby (Carlos Tovar).
Robert James Fischer (Chicago, 1943) fue el undécimo campeón mundial de ajedrez y, sin duda, quien más lo popularizó en todo el orbe. Su camino hasta el título fue duro y sacrificado. Hijo de padres divorciados, Bobby creció en Brooklyn con su madre Regina y su hermana Joan. Nunca conoció a su progenitor lo que marcó toda su vida y lo llevó a declarar: "Los niños que crecen sin padre se vuelven lobos".
Aprendió a jugar ajedrez a los 6 años con un tablero que le regaló su hermana mayor y, desde entonces, la pasión por el deporte ciencia se apoderó de él. Pero no tenía contra quien jugar. Preocupada por la soledad del pequeño, su madre intentó ayudarlo buscando rivales con un anuncio en el periódico Brooklyn Eagle. De esa manera, en 1951, Bobby participó en unas simultáneas del MI Max Pavey pero perdió en 15 minutos y se puso a llorar.
Empezó a frecuentar el Brooklyn Chess Club y se hizo socio del club de ajedrez de Manhattan, así como del de Hawthorne. Aquí conoció a su mentor, Jack Collins, y en casa de él Bobby pudo acceder a una enorme biblioteca privada de literatura ajedrecística. Todo ello despertó tal fascinación en él, que estudiaba incluso libros publicados en otros idiomas, especialmente en ruso.
Los éxitos no tardaron en llegar y en 1956 se proclamó campeón juvenil de Estados Unidos. Contaba con 13 años y venció a Donald Byrne en el Torneo Rosenwald de Nueva York, haciéndose merecedor al premio de brillantez por esta partida. Su nombre y sus victorias ya se leían en las revistas de ajedrez de todo el mundo, evidenciando el prodigioso talento que poseía y desarrollaba de manera autodidacta.
A pesar de tener un coeficiente intelectual superior a 180, Bobby dejó la escuela para entregarse por completo a Caissa, la diosa del ajedrez. Causó sensación cuando obtuvo el primer lugar en el Campeonato de Estados Unidos, a la edad de 14 años (el más joven de todos los tiempos). Se le comparaba con la estrella americana del siglo XIX Paul Morphy al haber clasificado al Interzonal de Portoroz 958 y cumplido allí su consagración como GM.
Enfrentó a la élite del ajedrez mundial en el Torneo de Candidatos de Yugoslavia 1959, jugando todos sus encuentros a muerte. De esta manera forjó su carácter y firmeza de espíritu. Bobby luchaba siempre por la victoria, llevara las piezas blancas o negras. Esta actitud deportiva le granjeó el respeto de los entendidos, quienes quedaban admirados por sus duelos en el tablero y los resultados que lograba contra los mejores profesionales.
Su filosofía se resumía en su frase: "No soporto ni la idea de perder". Sus reservas físicas para afrontar los maratones mentales las extraía de la práctica del tenis, natación, boxeo, etc. Era un joven alto con una increíble memoria retentiva. Convertía el conocimiento en acción con monstruosa precisión y ferocidad. La hegemonía soviética se veía amenazada ante el avance incontenible de Fischer.
Representó a su país como primer tablero en varias Olimpiadas logrando medallas para su equipo en virtud a sus destacados resultados. Disputó el Torneo de Candidatos de Curacao 1962, pero allí sufrió un revés que le llevó a escribir un artículo bajo el título "Cómo la URSS controla el ajedrez". En éste acusaba a sus colegas Petrosian, Keres y Geller de hacer un "pacto de no agresión" entre ellos.
Para el siguiente ciclo mundial el torneo de candidatos fue sustituido por matches eliminatorios. Aun así Bobby no formó parte de ese nuevo sistema, pero sí, en cambio, aplastó uno por uno a sus adversarios en el Campeonato de Estados Unidos 1963-1964, logrando 100% de efectividad. Durante toda su carrera se hizo 8 veces de ese título.
¿Cómo hacía para jugar tan bien? Fischer reveló su secreto: "He leído probablemente un millar de libros de ajedrez y he tomado lo mejor de todos ellos". No sólo hizo eso sino que, además, enriqueció la literatura ajedrecística con su brillante obra "Mis 60 memorables partidas". También difundió el deporte ciencia dando conferencias y exhibiciones de simultáneas en giras a muchas ciudades americanas.
Bobby fue un pionero en diversos aspectos del ajedrez. Anecdótico, por ejemplo, resultó que compitiera en el Torneo de La Habana 1965. Al negársele la autorización de viajar a Cuba, se le ocurrió jugar desde el Marshall Chess Club por télex, una modalidad inédita hasta ese entonces. Otra de sus contribuciones fue el reloj digital que ideó para solucionar los apuros de tiempo, el cual se usa mucho en la actualidad.
En el Interzonal de Sousse 1967 sucedería un controvertido episodio: abandonó el torneo cuando lo iba liderando con autoridad. Tuvo dificultades en el programa de juego debido a sus exigencias de tipo religioso: era adventista del séptimo día y los días viernes y parte de los sábados no se sentaba ante el tablero. Su carrera en pos de la corona sufría una nueva postergación.
En el "Match del Siglo" Belgrado 1970 se enfrentaron las selecciones de URSS y el Resto del Mundo. Bobby accedió a jugar de segundo tablero superando a Tigran Petrosian convincentemente (+2 =2 -0). Este resultado aumentó la simpatía que le tenían los aficionados, aun más porque difícilmente el genio americano producía partidas aburridas.
Tras algunas gestiones de su Federación (USCF), se incorporó al ciclo de la FIDE en el Interzonal de Palma de Mallorca 1970, y demostró otra vez su voluntad de vencer al marcar una diferencia de 3.5 puntos respecto a sus más cercanos seguidores. Ahora sí había iniciado su marcha definitiva al olimpo, con marcadores sin precedentes en la historia del arte regio.
Su primera víctima en los matches de candidatos sería el GM Mark Taimanov. En Vancouver 1971, Bobby lo humilló con el tanteo de 6 a 0. Después chocaría con Bent Larsen, en Denver 1971, y otra vez la victoria de Fischer fue apoteósica: 6 a 0 !!.
Le tocaría el turno a Tigran Petrosian en la final disputada en Buenos Aires 1971. Se adjudicó el match por 6.5 a 2.5 y así despejó el camino hacia el título mundial, que ostentaba el GM Boris Spassky, campeón de estilo universal.
Después de intensas negociaciones se decidió que la sede para el Campeonato Mundial de Ajedrez 1972 sería la ciudad de Reykjavik, Islandia. El 11 de julio de 1972, en plena Guerra Fría, empezó el trascendental encuentro. Fischer debía vencer sus propios fantasmas ante el score desvarorable (=2 -3) que tenía con Spassky antes del inicio del campeonato.
Con sorpresas en la apertura (renunció a 1. e4 por 1. c4 en 4 ocasiones), presión psicológica (al ceder 1 W.O. en la segunda partida) y formidables recursos en los análisis de las aplazadas, Fischer concretó su sueño de ser campeón mundial al derrotar a Spassky por +7 =11 -3.
Se convirtió en el héroe de occidente que pudo solo contra la "cortina de hierro" (como él llamaba al bloque soviético). Lo paradójico fue que conseguido su objetivo Fischer no jugó ninguna partida oficial más hasta su reaparición en 1992 frente a Spassky nuevamente.
Ese retiro voluntario no fue comprendido por sus admiradores, pero la repercusión del match de 1972 hizo que se agotaran los libros y los juegos de ajedrez en varias latitudes. En Perú también se desató la fischermanía con inauguración de clubes y proliferación de eventos. El GM Julio Granda en una entrevista a Jaque reconoció que él aprendió a jugar en esos primeros años de los setenta. Era una época de fiebre ajedrecística por el triunfo de un personaje mesiánico que dejó su influencia en otros valores de América (Mecking, por ejemplo).
Sin embargo, la ilusión se fue diluyendo con la ausencia de Fischer en los torneos. Era como si el aura mítica del genio se apagase sin él. Así que dejó en la orfandad a sus miles de seguidores, pero ya se sabe lo que pasa con los hijos que crecen sin padre…
William Moreno Meléndez Trujillo, noviembre del 2007.
En su último artículo titulado “El encanto de ser imprudente” (diario Correo 29/10/07), Jaime Bayly escribe cuatro historias cortas, la última de las cuales narra su breve encuentro con el Presidente Alan García durante la celebración de los 25 años de Frecuencia Latina, canal de televisión peruano en el cual Bayly conduce cada domingo “El francotirador”. Bayly fue uno de los maestros de ceremonia y no desaprovechó la oportunidad para dirigirse a Alan, quien se encontraba entre el público asistente.
Como se sabe, hasta la fecha Alan no ha cumplido con su promesa de ir al programa de Bayly, pese a la insistencia del agudo e irreverente entrevistador. Bayly ha decido contarnos, bien a su estilo y a través de "Papeles Perdidos" (su columna semanal que publica el diario Correo), algunos detalles de ese imprevisto encuentro.
Transcribo, de dicho artículo, la parte correspondiente al encuentro (hasta cierto punto algo novelado) entre Bayly y García.
“(...) El canal de televisión me invita a su fiesta de aniversario. El presidente de la República da un discurso. El dueño del canal da un discurso. El gerente del canal da un discurso. Me toca hablar. Veo al Presidente a lo lejos. Digo: -Primera vez que hago una cola para entrar al canal. Claro, es porque está Alan. ¡Siempre las colas, Alan! El Presidente ríe de buena gana. Luego digo: -La autopista saliendo del aeropuerto es la obra más admirable que se ha hecho en este país en las últimas décadas, después del tren eléctrico, claro. El Presidente ríe de buena gana. Más adelante digo: -Si algun día la familia de Humala me va a fusilar, sólo pido un último deseo: que Alan me enseñe el baile del teteo. El Presidente ríe de buena gana. Pido un aplauso para él. La gente aplaude. El Presidente levanta su copa y brinda conmigo. Pero luego las cosas se tuercen un poco. Digo: -Tengo que darle las gracias a Alan. Yo pensaba que era bisexual, pero cuando lo vi bailando el teteo, descubrí que soy homosexual. Nadie se ríe, tampoco el Presidente. Sigo: -Hace años le pregunté a Alan si estaba loco. No estaba loco. Sólo le habían hecho la cura del sueño y lo habían despertado antes de tiempo. El Presidente ya no se ríe, sus ministros y allegados tampoco. Es tarde para detenerme. Sigo: -Seamos optimistas, las cosas han mejorado. En el primer gobierno de Alan vivíamos alarmados por la hiperinflación del Perú. Ahora sólo nos preocupa la hiperinflación de Alan. El Presidente sonríe a medias. Algunos valientes se ríen, pero son pocos. Termino: -No olvides, Alan, que prometiste venir a mi programa. Te esperamos el domingo que quieras. Este domingo no puedo porque ya me comprometí con Tongo, pero cualquier otro domingo, eres bienvenido. Me voy de la fiesta. Mientras espero a que traigan la camioneta, los custodios me ordenan que no me acerque al Presidente, quien sube a su auto y se marcha, no sé si disgustado. Supongo que no me invitarán a la fiesta el próximo año”. Lo que exactamente ocurrió durante la celebración del aniversario de Frecuencia Latina se puede ver en estos dos videos.
En el diario Correo de hoy, su director, Aldo Mariátegui, ha escrito un artículo ("¡Bien, Sánchez Aizcorbe!") felicitando a Alberto Sánchez Aizcorbe, alcalde de La Victoria, por la transformación que viene realizando en ese distrito limeño. El primer párrafo de este artículo me llamó mucho la atención. Refiriéndose a Sánchez Aizcorbe, Mariátegui escribe:
“Confieso que me sorprendí cuando me enteré de que Alberto Sánchez Aizcorbe (ASA) había sido elegido alcalde de La Victoria. Tenía la triste seguridad de que Risco o alguien así iba a suceder al pésimo alcalde Bazán (…) porque ASA tiene una pinta y un lenguaje de ejecutivo o de diplomático, más para alcalde de San Isidro, La Molina o Miraflores que de la popular 'Rica Vicky' ”.
¿Qué tipo de comentario es éste? ¿Qué quiere decir por “alguien así”? Y más aun, ¿qué quiere decir con que Alberto Sánchez Aizcorbe tiene una pinta y un lenguaje de ejecutivo o de diplomático, más para alcalde de San Isidro, La Molina o Miraflores que de la popular “Rica Vicky? Me pregunto ¿Cuál es la pinta y leguaje que debe tener un alcalde? ¿Acaso el lenguaje de Andrés Bedoya Ugarteche, columnista semanal del diario Correo? ¿Existe una “pinta” para ser alcalde? Y más aun ¿existe una pinta para ser alcalde de Miraflores y otra para ser alcalde de La Victoria?
Las razones del retiro de Bobby Fischer de la arena ajedrecística a los 29 años de edad, allá en 1972, cuando se encontraba en la cúspide de sus facultades, han constituido un tema de interminable debate entre los aficionados al ajedrez. Muchos se preguntan ¿por qué rehusó enfrentarse con Karpov, la entonces nueva estrella rusa de inicios de los 70s? La explicación más fácil es decir que Fischer se retiró porque le tuvo miedo a Karpov. O que se retiró porque se cansó de jugar al ajedrez. Ambas explicaciones son, desde mi punto de vista, tan ligeras como absurdas. Al menos para quien conoce un poco sobre la vida del mítico ajedrecista norteamericano, ahora nacionalizado islandés. Fischer era un tipo que tenía absoluta confianza en sí mismo como para sentir, y menos en la plenitud de sus fuerzas, temor ante un ajedrecista concreto; y amaba mucho al ajedrez como para cansarse de él. La explicación, si existe, es mucho más difícil y compleja. Haré el intento, aunque sea por ejercicio y divertimento. Sin pretender buscar la verdad absoluta, sólo poner ideas sobre el tablero.
Primer retiro: Los rusos controlan el ajedrez mundial
Si nos remontamos a los inicios de su carrera, veremos que la idea de retirarse empezó para Fischer a inicios de los 60s, cuando contaba con tan sólo 19 años. Específicamente luego del Torneo de Candidatos de Curacao, en 1962. Como se sabe, tras ese torneo Bobby escribió su famoso artículo "La URSS controla el ajedrez mundial”, en el cual acusó a los rusos de jugar en equipo, para garantizar que el campeón del torneo fuese un ruso. Analizando un grupo de partidas entre rusos, Bobby demostró que éstos acordaron tablas incluso en posiciones en las que uno de los bandos rusos tenía ventaja decisiva. Bobby aseguró, incluso, que los rusos comentaban las partidas durante el desarrollo de ellas. Debido a ello, en dicho artículo Bobby hace expreso su deseo de retirarse de la competencia internacional:
“Alguien me preguntó hace poco: ‘¿Qué conclusiones sacó del torneo?’ Contesté: Que no volveré a participar. Para un jugador de occidente es una pérdida de tiempo. El sistema actual para escoger al retador del campeón perjudica al ajedrez y a los jugadores, y rebaja de categoría al título mundial. El público ha dejado de interesarse en un título de esa manera. Acaso los jugadores dejen de interesarse. Para mí, la falta de interés es permanente".
Su reclamo caló de tal modo en las autoridades del ajedrez, que la FIDE decidió cambiar el sistema de torneo de candidatos (todos contra todos) por el de matches de candidatos (una serie de partidas entre dos jugadores, cuyo vencedor se enfrenta al vencedor de otro match). Empero, durante un tiempo, cerca de dos años, Bobby estuvo retirado del ajedrez internacional, aceptando paticipar únicamente el campeonato americano, evitando jugar con los rusos y avalar de esa forma los torneos en los que éstos participaban. (Curiosamente, en esa época, Fischer desplegó una singular fiereza sobre el tablero, destrozando a cuanto rival se le interpuso. Son conocidas varias joyas ajedrecísticas de Fischer en el Campeonato Nacional de Estados Unidos 1963-1964, como sus partidas contra R. Byrne y Benko -ver “El Campeón y su Estilo”. También su asombroso resultado de 11 partidas ganadas de 11 partidas jugadas). Afortunadamente ese semi-retiro se rompió en 1965, cuando decide retornar para jugar el Capablanca in Memorial, celebrado en la Habana, torneo en el cual participaron varios rusos. (Sólo que su participación se realiza a través del teletipo: Fischer juega desde los Estados Unidos, enviando cada una de sus movidas por telégrafo. Ello porque su gobierno le prohibió jugar en Cuba).
Segundo retiro: ¡El líder del torneo de Sousse se retira!
El segundo retiro es el que se produce durante el Torneo Interzonal de Sousse, en 1967. En él, Bobby, tras estar liderando el torneo con 8.5 de 10 puntos posibles, decide abandonarlo por discrepancias con los organizadores, aun cuando ello le significaba perder la posibilidad de entrar en el ciclo de matches de candidatos para el título mundial que se iba a disputar en 1969. Sólo juega en un par de torneos en 1968 (Vinkovci y Netanya), y vuelve a reaparecer en 1970, luego de 18 meses de inactividad, para jugar el match URSS-Resto del Mundo. En ese match, Bobby enfrentó al genial maestro de la maniobra, Tigran Petrosian, ex-campeón del mundo 1963-1969, venciéndolo 3 a 1, tras ganarle dos partidas y empatar dos, produciendo además, en su primer encuentro con el ruso y su primera partida luego de 18 meses, una magnífica victoria en la variante Caro-Kan.
Tercer retiro: ¿Crónica de un retiro anunciado?
El tercer retiro de Bobby ocurre, como todos sabemos, en 1972, tras ganar el Campeonato Mundial ese año en Reykiavik, Islandia, arrebatando el título de campeón mundial a la estrella rusa Boris Spassky (un formidable jugador de estilo universal, quien tuvo la mala fortuna de ser coetáneo del genio americano). Es decir, este retiro de Bobby se produce mucho antes de que él sepa quien sería su rival en 1975. Es por tanto poco creíble pensar que en 1975 Bobby se retiró por temor a un ajedrecista concreto, menos a Karpov, quien por entonces se vislumbraba más bien como un serio rival para el año 1978, no para 1975. Todos, incluso Karpov (según el mismo declaró) pensaban que Spassky sería nuevamente el rival de Fischer en 1975 (recuérdese, además, como Spassky confirmó su gran calidad al ganar el Campeonato Soviético de 1973, por delante de Petrossian, Smyslov, Korchnoi, Karpov, Geller, etc).
¿Pero entonces, por qué se retiró Bobby? ¿Qué hace que un jugador de tan sólo 29 años y en el mejor momento de su carrera se retire? ¿Por qué alguien de quien se vaticinaba que podía seguir ejerciendo por un largo tiempo una clara supremacía sobre sus rivales (la historia parece mostrar que los ajedrecistas alcanzan la plenitud de sus fuerzas entre los 32 y 35 años), se retira? Como se sabe, Fischer había declarado que una vez que obtenga el título jugaría varios matches. Que su ambición era batir el récord de Lasker, quien mantuvo el título de campeón mundial por 27 años. Nada de eso pasó. Luego de ganar el titulo, Bobby buscó una serie de pretextos para dejar de jugar. ¿Qué sucedió cuando obtuvo el título? Muy difícil de explicar. Pero todas las cosas relacionadas con Bobby son, como dijo alguna vez Pachman, desde ya difíciles de explicar.
Es obvio que algo pasó en la cabeza de Bobby cuando en 1972 (no en 1975) dejó de jugar al ajedrez. Como vimos, para Bobby la idea del retiro no era nueva, sino más bien recurrente. Taimanov tiene la idea de que cuando Bobby se convirtió en campeón asumió tal responsabilidad sobre sus espaldas que quedó aplastado. Según Taimanov, Fischer consideró que, como nuevo monarca del ajedrez, no tenía derecho a perder una sola partida. Debía ser infalible. Ello naturalmente es imposible para cualquier ser humano. Karpov también tiene una idea muy parecida a la de Taimanov y no cree que Bobby tuvo miedo a un ajedrecista concreto sino más bien a perder una partida, por una sola que sea. La única forma que eso no pase era, naturalmente, no jugar más. La opinión de Kasparov es similar: "Tras proclamarse campeón mundial, [Fischer] sencillamente no pudo jugar más. Ese era el peligro: consiguió la perfección y una vez lograda, todo lo demás estaba por debajo de la perfección...". Esa hipótesis, totalmente creíble, es bastante consistente con la personalidad casi mesiánica que Bobby desarrolló. Parecería creer que él venía a salvar el ajedrez de la ruina a la que la habían condenado los rusos (“casi han arruinado el ajedrez”, dijo alguna vez refiriéndose a los rusos) y como salvador no tenía derecho a perder. Tenía que ser infalible.
Ésa es parte de la explicación, aunque suene algo simple. En cualquier caso, creo, no hay sólo un motivo sino un cúmulo de razones. Hay más. Desde los 15 años, y a través de 14 años de carrera (si consideramos sus retiros previos, prácticamente sólo jugó 10 años) Bobby luchó como un lobo solitario para alcanzar su única meta, vencer la supremacía rusa en el ajedrez y coronarse campeón. Cuando tenía 15 años declaró: “Demasiadas veces, las personas no hacen todo lo que pueden. No tienen espíritu entusiasta; el espíritu de vencer. Y una vez que Ud. lo tiene ha de conservar su reputación, actuar cada día como un desconocido para ponerse a prueba a sí mismo. Por eso no ando haciendo el payaso de un lado a otro. No me gusta perder el tiempo. Mi meta es ganar el campeonato mundial de ajedrez, derrotar a los rusos. Tomo esto muy en serio".
Es obvio que la carrera de Bobby no giró exclusivamente en su ambición de obtener el título, lo cual en mi opinión era sólo el punto culminante de su carrera, sino en su deseo de demostrar que su ajedrez era superior al de la escuela rusa. Un individuo (tildado de paranoico e intransigente) contra una escuela (una maquinaria que había recibido el legado de Chigorín y Alekhine). “Me propongo enseñarles un poco de humildad”, dijo alguna vez. Fischer se tomó muy en serio dicha meta, más que cualquier ajedrecista en la historia del ajedrez.
Por ello luchaba en cada partida como si fuera la más importante de su carrera. Especialmente si se enfrentaba a un ruso. De acuerdo con Smyslov: “Es difícil recordar un ejemplo de tan fanática exigencia de victoria en cada partida. Aunque la meta deportiva estuviese asegurada, el juego de Fischer no mostraba la menor tendencia pacífica, como sucede con la mayoría de los grandes maestros, sino que, por el contrario, se volvía aun más belicoso y persistente”. Según Karpov: “[Fischer] llevó el aspecto competitivo al límite, porque luchaba hasta quedarse con los reyes desnudos". Kasparov dice: “El secreto de los éxitos de Fischer era evidente: ¡en cada partida sólo jugaba a ganar!".
Bobby se preparó y pulió su estilo para ese fin. Andrew Soltis, GM norteamericano y autor del excelente libro “Bobby Fischer Rediscovered”, señala que desde inicios de los 60s Bobby desarrolló un “estilo materialista” (caracterizado por aceptar material, ofrecer resistencia, luego contraatacar, y hacerse de la victoria) para contraponerse a la escuela rusa, distinguida entonces por sacrificios de material para obtener la iniciativa. Fue con ese estilo materialista y racional con el que Bobby se impuso a los rusos. Y de qué forma se impuso!
La contundencia con la que Bobby arrasó a todos sus rivales en el camino a convertirse en desafiante del título mundial y luego campeón mundial no tiene comparación en la historia del ajedrez. Su arremetida en los matches de candidatos es impresionante. Derrota a Taimanov 6-0, un marcador inaudito en la historia del ajedrez de alto nivel. Luego, derrota a Bent Larsen por el mismo marcador, lo que teje un aura de máquina arrolladora sobre él completamente justificada. ¿Cómo es posible que dos fortísimos GMs no logren ni siquiera un empate? (Kasparov, refiriéndose a estas victorias dijo: "En el mundo había surgido una gran fuerza ajedrecística sin parangón en la historia"). Se puede argüir que algunas de las partidas pudieron haber terminado en tablas, pero, entonces, ¿por qué ninguno de sus dos rivales fue capaz de lograrlas? Acaso ambos jugadores estaban pasando un pésimo momento (sería mucha casualidad). Luego vino Petrossian, en la semi-final en Buenos Aires. Fischer lo derrotó contundentemente con 6.5 a 2.5, un marcador abrumador si se compara con cualquier otro registrado a ese nivel de competencia.
La forma en que derrota a Spassky es también contundente. Lo derrota 12.5-8.5. En ese match, tras ir perdiendo 2-0, (la segunda partida la perdió por incomparecencia), Bobby gana la tercera partida de forma estupenda, necesitando sólo tres partidas más para ponerse adelante en el marcador (3.5-2.5). Echó de paso por tierra un argumento esgrimido por Botvinik, patriarca del ajedrez ruso, quien había sostenido previamente al encuentro con Spassky, que Bobby no sabía jugar con el marcador en contra, que sólo jugaba como un genio cuando tenía el marcador a favor. Un argumento muy interesante, pero que Bobby se encargó de refutar.
La obtención del título fue sólo el reconocimiento final a una lucha que empezó cuando Bobby tenía 14 o 15 años. Bobby tomaba no únicamente la disputa del título sino también cada simple partida contra un ruso como un evento sumamente trascendental en su carrera. Ahora, en 1972, lo había logrado todo. ¿Qué venía después? ¿Quedarse a defender su título? ¿Por cuánto tiempo? ¿Acaso no era Bobby conciente que, cuando los años le vengan encima, no podría defender su título con éxito y lo tendría que perder ante un jugador más joven, como sucedió con sus antecesores y sucesores? ¿Se merecía eso? Para los antecesores de Bobby, la mayoría de ellos soviéticos, ganar el titulo y perderlo era un caso casi natural. No para Bobby quien se lo había arrebatado nada menos que a los rusos. Jamás hubiera soportado tener que regresarles el título.
Lo que vino después, en 1975, fue la crónica de un retiro anunciado. Fischer se había alejado de las competencias en 1972 y sólo quedaba “formalizar” su retiro. Él mismo se encargó de hacer lo posible para que le desposeyeran del título. De que la FIDE no aceptase sus condiciones y lo defenestre. Las condiciones que impuso fueron su última jugada sobre el tablero: si se las aceptaban, en futuros encuentros el retador las tendría difícil para hacerse del título, y si se las rechazaban, continuaba con su retiro y se quedaba como lo que ya se había convertido años atrás, una leyenda viviente del ajedrez.
Epílogo: ‘Bobby’ Fischer, 20 años después
En 1992 Fischer vuelve a jugar contra Spassky. Juega una bella primera partida, en su mejor estilo, como si el tiempo no hubiera pasado, como recordando a Gardel (quien decía cantando "20 años no es nada"), como si su genio hubiera estado intacto. Pero no era propiamente un regreso (contaba entonces con 49 años) sino sólo una reaparición.
¿Qué hubiera sido del ajedrez si Bobby no se hubiera retirado? ¿Cuántas joyas ajedrecistas hubiera producido? ¿Qué maravillosos encuentros con Karpov y Kasparov nos hubiera brindado? ¿Cómo hubiera sido el ajedrez en los 70s y 80s con su presencia? Su retiro nos privó de todo eso, su carrera fue corta aunque fructífera. Se convirtió en rey del ajedrez pero el mismo día de su coronación se retiró. Fischer no jugó ni una sola partida como campeón mundial. Su enorme legado (a diferencia del de Kasparov, quien como campeón mundial en ejercicio no tiene comparación) está precisamente en su brillante carrera y lucha constante en solitario, en cada partida, para imponerse a una formidable escuela, la soviética, y, finalmente, convertirse en campeón mundial...
Es sorprendente darse cuenta que este genio loco, extravagante y medio paranoico, sólo jugó profesionalmente entre los 14 y 29 años y, sin embargo, su paso por los tableros causó la más grande revolución en el ajedrez. Con mucha razón, Gary Kasparov dijo sobre Bobby: "Abandonó el ajedrez a los 29 años, y sólo jugó realmente durante diez años y, sin embargo, ¡consiguió más que nadie!"