martes, 27 de enero de 2009

Los romances de Caissa

Les presento una interesante nota de William Moreno, asiduo colaborador de Nido de erRatas, en la cual nos brinda la lista de los ajedrecistas más devotos y fieles que haya registrado la historia del ajedrez. Según esta lista, Caissa ha tenido cuatro grandes romances, cuatro grandes amantes. Aquellos que, durante el tiempo que duraron sus carreras ajedrecistas, parecían no haber nacido para otra cosa excepto para dedicarse en cuerpo y alma ella. Naturalmente, quedaron fuera grandes jugadores como Morphy, para quien el ajedrez era sólo un pasatiempo; o Capablanca, por su famosa infidelidad a Caissa; o Botvinnik, quien intercaló su ocupación al juego con su carrera de ingeniero electrónico. Algunos, seguro, estuvieron a punto de entrar en esta lista pero quedaron fuera por muy poco; como el genial Kasparov, quien siempre tuvo cierto activismo político además de jugar al ajedrez... la diosa Caissa exige fidelidad absoluta! [Carlos Tovar].

x William Moreno

En 1763 sir William Jones escribió un poema en latín llamado "Caissa". Así cobró vida la musa del ajedrez, quien prometió a Marte, dios de la guerra, corresponderle si lograba inventar un juego sugestivo. Caissa es una metáfora poética del ajedrez y por sus favores grandes maestros de todas las épocas le han consagrado devoción absoluta. A continuación una lista de quienes considero los más devotos adoradores de Caissa, aquellos que dejaron todo para vivir un romance con la diosa del ajedrez.

Alexander Alekhine (1892 - 1946), cuarto campeón mundial, cultivó durante toda su vida el amor a la creación ajedrecística. Su antecesor José Raúl Capablanca tenía un enorme talento pero muy poca pasión por Caissa y en 1927 tuvo que ceder la mano de la diosa a Alekhine, el más ardiente enamorado de ella. Capablanca, el "amante latino del ajedrez", opinaba así de su formidable rival: "Evidentemente, Alekhine posee la más notable memoria ajedrecística que haya jamás existido. Se dice que recuerda de memoria todas las partidas jugadas por los mejores maestros en los últimos 15-20 años". Alekhine desarrolló su talento jugando por correspondencia y analizando partidas a la luz de un candil hasta altas horas de la noche. Cuando murió en Portugal en 1946 aún era el poseedor del título mundial. Lo encontraron sin vida en una habitación de hotel sentado frente a un tablero de ajedrez. Fue el último testimonio de su afición incontenible por el arte regio y la demostración del ilimitado amor que le tuvo a Caissa.

Alekhine: el primer gran enamorado

Bent Larsen (1935 - ...), nacido en Dinamarca, también cayó fascinado por Caissa dejándolo todo por amor a ella. Abandonó sus estudios de ingeniería y se convirtió en un jugador de ajedrez profesional, tal como nos lo cuenta Anthony Saidy en su excelente libro "Las batallas de las ideas en ajedrez". Caissa supo recompensar a Larsen. En la década de los 60, el danés tuvo su momento estelar, con brillantes primeros lugares en torneos internacionales. Consciente del romance que vivía con Caissa, el "Príncipe de Dinamarca" se lució con esta inspirada frase: "El ajedrez es una hermosa amante a la que volvemos una y otra vez, sin que importe las muchas veces que nos rechaza".

Larsen: dejó su carrera por el ajedrez


Robert Fischer (1943 - 2008) fue, durante el tiempo que duró su carrera ajedrecística, un sumo sacerdote en el culto a Caissa. Fue niño prodigio y su devoción a la diosa fue tal que dejó la escuela para dedicarse en cuerpo y alma al estudio de los maestros del pasado y de sus contemporáneos. Alcanzó el título de Gran Maestro a la asombrosa edad de 15 años, en una época en la que era rarísimo ver a alguien de esa edad hacerse con ese título. Por aquel entonces contó con la breve asesoría del danés Bent Larsen. Desde niño Fischer no tuvo otro interés en su vida que el ajedrez. Sólo así este genio pudo doblegar a los colosos soviéticos. Disfrutaba viendo como se desmoronaba el ego de sus rivales mientras los tenía enfrente. Sus resultados así lo confirmaron: 6 a 0 contra Taimanov y Larsen en matches de candidatos. También venció contundentemente a Tigran Petrosian y por último en 1972 a Boris Spassky alcanzando gloria eterna. Caissa retribuyó en amplia medida su completa idolatría. Pareciera que hasta en su muerte Bobby quiso dejar sentada su devoción a Caissa: murió a la edad de 64 años, el mismo número de casillas que tiene el tablero de ajedrez.


Fischer: dejó la escuela para jugar sólo ajedrez

Victor Korchnoi (1931 - ...) es en la actualidad el gran maestro activo más veterano del circuito internacional, un paradigma de amor longevo a Caissa. Toda una vida dedicada a la diosa. Korchnoi exhibe una exitosa carrera de más de 50 años con un palmarés que supera las 4000 partidas disputadas. Su nombre está presente en todos los informadores publicados. Además ostenta el curioso récord de ser campeón de la URSS en 4 ocasiones (1960, 1962, 1964 y 1970), de Holanda una vez (1977) y de Suiza en 3 oportunidades (1982, 1984 y 1985). El "Lasker moderno", como se le conoce a Korchnoi, registra también el mayor número de participaciones en las Olimpiadas de ajedrez. Ha alcanzado el subcampeonato mundial en 2 ciclos sucesivos. Korchnoi es un incansable luchador que se ha medido con representantes de al menos 6 generaciones (desde Levenfish hasta Carlsen). Victor "El Terrible" venera a Caissa como ningún otro profesional de las 64 casillas.


Korchnoi: "hasta que la muerte los separe"


William Moreno Meléndez.

Trujillo, enero del 2009.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el articulo. Ojalà pudiera regalarnos màs de esta calidad.
Saludos desde Huaraz

Carlos Tovar dijo...

Me alegra que te haya gustado. Le pasaré a William tu comentario sobre su artículo.
Saludos,
Carlos