“El curioso caso de Forrest Gump”

Me parece algo exagerado que hayan nominado a “El Curioso caso de Benjamin Button” a trece óscares. Aunque tiene muy buenas actuaciones y un buen estilo narrativo, lo que le quita méritos, sin embargo, es que tiene demasiadas obvias similitudes con “Forrest Gump” (1994).

Como Forrest, Benjamín nace con un “defecto”, el cual, luego, se convierte, en cierta forma, en una ventaja. Ambos se van de sus hogares a conocer el mundo y, en esa travesía, ambos se topan con un marino rudo pero sentimentalón y medio autodestructivo que les toma simpatía y hace las veces de su “tutor”. Como Forrest, Benjamín se ve envuelto, de una forma u otra, con personajes o eventos históricos (aunque en “Forrest Gump” estos sucesos son parte más importante del argumento de la película). El amor de sus vidas de ambos es la chica que conocieron en su niñez y con quien terminan teniendo un hijo/a. Hay muchas más similitudes, algunas mucho más sutiles y otras no tanto, como la del colibrí que aparece al comienzo y en la escena final de “El curioso caso de Benjamín Button” y la pluma que aparece en “Forrest Gump”.

Hace poco me di cuenta que las similitudes entre ambas películas no eran casuales: el guionista de ambas películas es Eric Roth. De ahí las similitudes. “Forrest Gump”, sin embargo, me parece un producto claramente superior a “El curioso caso de Benjamín Button”. La actuación de Brad Pitt, aunque muy buena, no alcanza los brillos de la Tom Hanks como Forrest Gump. Tampoco la historia. Por último, la idea principal del argumento, la de un hombre que nace viejo y muere de niño, tampoco es original. Quino escribió esa idea en “La vida al revés”…