Sofía Mulanovich y Kina Malpartida se conocieron durante la niñez. Ambas se dedicaban a correr tabla con devoción. Querían ser campeonas mundiales y con esa idea competían incesantemente entre ellas. Entrenaron por años preguntándose así mismas quién sería la primera en llegar a ser campeona mundial. El 2003, empero, Kina dejó la tabla para dedicarse al boxeo y abrirse paso en la vida a punta de golpes. Sofía continuó deslizándose sobre las aguas del mar hasta que un año después, el 2004, se convirtió en campeona mundial de tabla.Cinco años después de que Sofía se hiciese del título mundial WCT, Kina habría de conseguir también su propio sueño, la de ser campeona mundial de box. Sofía fue la primera persona en la que Kina pensó al ganar el título. Durante estos últimos cinco años su vieja amiga del distrito playero de Punta Hermosa había sido su inspiración.
Cuando Sofía se enteró que Kina había ganado el campeonato mundial de boxeo, la notica la llenó de felicidad mas no la sorprendió. Bien conocía Sofía el espíritu competitivo de Kina y su entrega total desde niña para conseguir sus metas. Sabía mejor que nadie cómo Kina se sintió al ganar el título y tenía la certeza de que en ese momento su vieja amiga habría de recordarla a ella y a las muchas horas que pasaron juntas durante su niñez, compitiendo en medio de las olas de Punta Hermosa.
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