x Andrea Raimondo
Les traigo en esta ocasión una novela de la princesa de la literatura latinoamericana, en su regreso con Malinche. Laura Esquivel se refiere a los ciclos de la vida, la pasión, la liberación y el amor, que forman parte de esta novela sobre el trágico y apasionado amor entre la esclava indígena Malinalli y el conquistador español Hernán Cortés que se convirtió en su intérprete durante la conquista del imperio azteca.
Para Esquivel, Malinche es una mujer en la búsqueda de su libertad. La novela presenta la relación entre Malinalli y el explorador Hernán Cortés, quien la utiliza para derrumbar al emperador Moctezuma y después la hace a un lado. La Malinche por fin encuentra el amor verdadero con un subalterno de Cortés, don Jaramillo.
Cuando Malinalli conoce a Cortés asume que se trata del propio Dios Quetzalcoatl que regresa a liberar a su pueblo. Los dos se enamoran apasionadamente, pero este amor pronto es destruido por la desmedida sed de conquista, poder y riqueza de Cortés.
A lo largo de la historia de México Malinalli (Malinche) ha sido conocida por su traición al pueblo indio. Pero recientes investigaciones históricas han mostrado que Malinalli fue la mediadora entre dos culturas, la hispánica y la americana nativa; y entre dos lenguas, el español y el Náhuatl.
Lo que Esquivel ha hecho es desafiar la mitología tradicional mediante un retrato muy temperamental del Adán y Eva de la cultura mestiza, Cortés y Malinalli, con la caída del imperio azteca como telón de fondo. Contada con el lirismo de la tradición cantarina y pictórica del Náhuatl.
En este libro, fruto del diálogo entre el trabajo de la imaginación y el de la reconstrucción histórica, Laura Esquivel narra con su estilo intenso y cálido la aventura vital de la mujer que creyó que el extranjero Hernán Cortés pondría fin a los terribles sacrificios humanos de la religión azteca, pero que acabaría en cambio descubriendo la crueldad no menos sangrienta de los conquistadores.
Se trata de un relato inolvidable, que penetra con la misma profundidad en el atribulado corazón de su protagonista y en el complejo corazón de México. Malinche es tal vez la mirada más abarcadora de Esquivel sobre dos de sus temas esenciales: la tierra mexicana y la condición femenina.
Como en todos los libros de Esquivel, la poesía, la sensualidad y el ritmo viajan por las páginas, y es que para la autora, “la palabra es sagrada”, y aquí, su importancia adquiere un protagonismo fundamental, no sólo por ser, lógicamente, el soporte para trasmitir su historia, sino como valor fundamental tanto por lo que se dice como por lo que se omite. Para Esquivel “la palabra” es la mejor de las armas y “la palabra” fue esencial en la conquista de México.
Malinche, además de ocupar un lugar destacadísimo en la conquista de México, como la interprete que ayudó al gran estratega Cortés a relacionarse, encarna unos valores indígenas que hay que reivindicar en una sociedad en la que la gente no es del mundo, sino dueña de lo que posee en el mundo, según Esquivel.
La cultura de Malinalli (Malinche) está íntimamente ligada a las fuerzas de la naturaleza. Representa al ser humano ligado al mundo y que forma parte de él, a las personas que sienten que todos sus actos forman parte de un sistema que está interrelacionado. Malinche es fruto del agua, el viento, el fuego y la tierra, y vio en Cortés la transición entre el dios Moctezuma al dios Quetzacoatl. Pero ella también se sintió traicionada al ver cómo Cortés y la parte española reducían el mundo a mercancía.
Sin duda, ella y su pueblo eran explotados por el Imperio Azteca. Laura Esquivel se centra en su repulsión hacia los sacrificios, tema del que los españoles siempre renegaron y predicaron en su contra. Además, su condición de esclava, no ayudaría en demasía a amar a los caciques que designaban su futuro sin tenerla a ella en cuenta. ¿Acaso la moral de aquellos personajes que predicaban la bondad y el no sacrificio, no era mejor futuro para ella y su pueblo?
Pero Esquivel reflexiona sobre otro tema interesante. La labor principal de Malinalli durante la conquista fue la de intérprete. Tenía la gran responsabilidad de trasladar conceptos confrontados entre dos culturas que se situaban en polos filosófica y culturalmente diferentes. ¿Acaso ella no influyo en algo en el devenir de los acontecimientos al dar una interpretación en sus traducciones consciente o inconscientemente? Quizás añadía palabras no dichas ni por uno ni por otro. Quizás sabía más de diplomacia que nadie.
En definitiva, se trata de una novela, corta y amena que nos hace reflexionar sobre algunos de los episodios más escondidos y menos estudiados de la conquista de México. Laura Esquivel nos brinda un mito fundacional de la cultura híbrida del Nuevo Mundo y una extraordinaria historia de amor.
La autora es una escritora mexicana, célebre por su novela “Como agua para chocolate”. Laura Esquivel es nacida en la ciudad de México, se dedicó a la docencia, escribió obras de teatro infantil y guiones de cine. Su primera novela, “Como agua para chocolate” (1989), tuvo un éxito de público tan extraordinario que el director de cine Alfonso Arau rodó una película con el guión de la propia autora que supuso la consagración de esta obra. La novela fue traducida a más de treinta idiomas y en 1994 su autora recibió el Premio ABBY (“American Bookseller Book of the Year”), galardón que por vez primera fue concedido a un escritor extranjero. Laura Esquivel ha continuado escribiendo otras obras, como “La ley del amor” (1995) o su libro de cuentos “Íntimas suculencias” (1998), recopilación de relatos acompañada de recetas de cocina en el que la autora vuelve a retomar la consigna de que desde la cocina es posible transformar el mundo. Les siguieron “Estrellita marinera” (1999), “El libro de las emociones” (2000), “Tan veloz como el deseo” (2001) y su último libro “La Malinche” (2006).
“¿Será que el choque de culturas producto de una conquista y de un amor malogrado por las ansias de poder logra finalmente la transculturación?”.
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