Desde hace unos años circulan por el Internet las supuestas asombrosas coincidencias entre Abraham Lincoln y John F. Kennedy, presidentes de Estados Unidos. Se trata, en realidad, del reciclaje de una lista de coincidencias que apareció por vez primera en los 60s. Una farsa construida como un truco de magia, una lista de coincidencias forzadas.
Resulta interesante cómo se pueden encontrar paralelismos (forzados) entre dos personajes y dar la idea que detrás de ello existe algo misterioso o paranormal. En el Internet circula información como la siguiente:
“[L]os dos [Lincoln y Kennedy] murieron en viernes y por balazos en la cabeza desde atrás, estando sus mujeres presentes (las dos perdieron un hijo en la Casa Blanca). El asesino de Lincoln, llamado Booth, disparó sobre él en el teatro Ford y se escondió en un almacén. El de Kennedy, llamado Oswald, le disparó desde un almacén y se escondió en un teatro. Kennedy iba en un coche marca Ford modelo Lincoln. Los asesinos eran del sur y sus nombres completos sumaban 15 letras. Ambos habían nacido respectivamente en 1839 y 1939, y asesinados horas después de asesinar a los presidentes sin haber confesado. Los presidentes fueron sucedidos respectivamente por Andrew Johnson y Lyndon Johnson, ambos senadores demócratas del sur que nacieron en 1808 y 1908. Tanto Lincoln como Kennedy fueron congresistas en 1847 y 1947 respectivamente, y sus secretarios se apellidaban, como no, Kennedy y Lincoln, los cuales les desaconsejaron ir a los lugares donde fueron asesinados” (Ver: "Coincidencias entre Kennedy y Lincoln", publicado en el bog "Historia Rara").
¿Impresionado o impresionada? Pues te sugiero leer “Lincoln y Kennedy: vidas paralelas pre-fabricadas” escrito por Luís Alfonso Gámez, publicado en el blog Magonia . Tomo un extracto.
“Abraham Lincoln -catorce letras, el nombre completo- nació en 1809 y murió en 1865. John Fitzgerald Kennedy -veintiún letras, el nombre completo- nació en 1917 y murió en 1963. Sus nombres completos no tienen el mismo número de letras, y tampoco hay un siglo de diferencia exacta entre sus nacimientos y muertes. Lincoln fundó el Partido Republicano; Kennedy era demócrata. Sí fueron elegidos con cien años de diferencia como congresistas y presidentes, pero mientras la carrera de Lincoln se contó por fracasos en las urnas entre 1846 -no 1847- y 1860, la de Kennedy fue ascendente desde 1946 -no 1947- hasta 1960. Lincoln, además, fue reelegido para el cargo, mientras que Kennedy no acabó su primer mandato en la Casa Blanca. Aunque Kennedy tuvo una secretaria llamada Evelyn Lincoln, no hubo secretaria de Lincoln que se apellidara Kennedy. Oswald se escondió en un cine, y no en un teatro, y asesinó al presidente a distancia, mientras que Booth lo hizo de cerca. Es falso que los dos magnicidas nacieran "también con un vínculo exacto de cien años", porque Booth lo hizo en 1838 y Oswald, en 1939. Que los vicepresidentes se apellidaran Johnson es tan sorprendente como que, dentro de cien años, haya habido dos González o Rodríguez como presidentes españoles. Y podíamos seguir recorriendo la vida de ambos mandatarios y encontrando algunas similitudes y muchas diferencias. Pasa lo mismo con todo el mundo: al comparar la vida de dos personas, si seleccionamos sólo en lo que coinciden, acaba creándose la sensación de que estamos ante algo sorprendente, cuando en realidad no es así”.
Resulta interesante cómo se pueden encontrar paralelismos (forzados) entre dos personajes y dar la idea que detrás de ello existe algo misterioso o paranormal. En el Internet circula información como la siguiente:
“[L]os dos [Lincoln y Kennedy] murieron en viernes y por balazos en la cabeza desde atrás, estando sus mujeres presentes (las dos perdieron un hijo en la Casa Blanca). El asesino de Lincoln, llamado Booth, disparó sobre él en el teatro Ford y se escondió en un almacén. El de Kennedy, llamado Oswald, le disparó desde un almacén y se escondió en un teatro. Kennedy iba en un coche marca Ford modelo Lincoln. Los asesinos eran del sur y sus nombres completos sumaban 15 letras. Ambos habían nacido respectivamente en 1839 y 1939, y asesinados horas después de asesinar a los presidentes sin haber confesado. Los presidentes fueron sucedidos respectivamente por Andrew Johnson y Lyndon Johnson, ambos senadores demócratas del sur que nacieron en 1808 y 1908. Tanto Lincoln como Kennedy fueron congresistas en 1847 y 1947 respectivamente, y sus secretarios se apellidaban, como no, Kennedy y Lincoln, los cuales les desaconsejaron ir a los lugares donde fueron asesinados” (Ver: "Coincidencias entre Kennedy y Lincoln", publicado en el bog "Historia Rara").
¿Impresionado o impresionada? Pues te sugiero leer “Lincoln y Kennedy: vidas paralelas pre-fabricadas” escrito por Luís Alfonso Gámez, publicado en el blog Magonia . Tomo un extracto.
“Abraham Lincoln -catorce letras, el nombre completo- nació en 1809 y murió en 1865. John Fitzgerald Kennedy -veintiún letras, el nombre completo- nació en 1917 y murió en 1963. Sus nombres completos no tienen el mismo número de letras, y tampoco hay un siglo de diferencia exacta entre sus nacimientos y muertes. Lincoln fundó el Partido Republicano; Kennedy era demócrata. Sí fueron elegidos con cien años de diferencia como congresistas y presidentes, pero mientras la carrera de Lincoln se contó por fracasos en las urnas entre 1846 -no 1847- y 1860, la de Kennedy fue ascendente desde 1946 -no 1947- hasta 1960. Lincoln, además, fue reelegido para el cargo, mientras que Kennedy no acabó su primer mandato en la Casa Blanca. Aunque Kennedy tuvo una secretaria llamada Evelyn Lincoln, no hubo secretaria de Lincoln que se apellidara Kennedy. Oswald se escondió en un cine, y no en un teatro, y asesinó al presidente a distancia, mientras que Booth lo hizo de cerca. Es falso que los dos magnicidas nacieran "también con un vínculo exacto de cien años", porque Booth lo hizo en 1838 y Oswald, en 1939. Que los vicepresidentes se apellidaran Johnson es tan sorprendente como que, dentro de cien años, haya habido dos González o Rodríguez como presidentes españoles. Y podíamos seguir recorriendo la vida de ambos mandatarios y encontrando algunas similitudes y muchas diferencias. Pasa lo mismo con todo el mundo: al comparar la vida de dos personas, si seleccionamos sólo en lo que coinciden, acaba creándose la sensación de que estamos ante algo sorprendente, cuando en realidad no es así”.
Convincente refutación ¿verdad?
1 comentario:
Recuerdo alguna vez haber recibido ese correo. Muy interesante ...
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