[Aunque esta breve nota no trata un tema reciente, la hice porque toca un aspecto que me resulta interesante compartir. Así que aquí está!]
Como se sabe, la primera película de “Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero” está basada en una de las historias creadas por C. S. Lewis (Clive Staples Lewis), escritor irlandés nacido en 1898.
Conocido ateo hasta el tuétano durante gran parte de su juventud, posteriormente Lewis se convirtió a la fe cristiana llegando a ser uno de los apologistas del cristianismo más famosos. No es de extrañar, por tanto, que su obra tenga la influencia de su fe. Un ejemplo de ello son justamente "Las Crónicas de Narnia", una de cuyas historias, "El león, la bruja y el ropero” (1950), fue llevada al cine en el 2005. La idea central de esta bella película es la redención y salvación y tiene, como se sabe, un evidente paralelismo con los evangelios.
Estas crónicas narran las aventuras de cuatro niños ingleses que durante la Segunda Guerra Mundial son enviados a la mansión de un anciano profesor. En una de las habitaciones, encuentran un ropero, el cual esconde la puerta al mundo de Narnia, un mundo donde se libra una batalla entre el bien y el mal, entre la bruja blanca y el león, llamado Aslan.
Aquí comienza lo interesante. Ya en el mundo de Narnia, uno de los cuatro niños comete traición y es descubierto. La bruja blanca de ese mundo reclama la vida del niño para sí, porque de acuerdo con la ley de Narnia, la vida del traidor pertenece a la bruja y su sangre debe ser derramada como pago. Aslan, el león, ofrece su vida a cambio de la del niño. La bruja acepta el ofrecimiento y, así, el niño es salvado de la muerte.
Mientras Aslan el león va voluntariamente al sacrificio, sus enemigos se burlan de él, pero él permanece callado en todo momento. La bruja apuñala a Aslan, quien consuma así su sacrificio.
Al cabo de unos días, las dos niñas son las dos primeras testigos de algo sorprendente: el león ha resucitado. Ellas están tan sorprendidas como felices. Calmando su curiosidad, Alsan les explica: "Cuando una victima voluntaria que no ha cometido traición fuera ejecutada en lugar de un traidor, la mesa se rompería y la muerte misma efectuaría un movimiento de retroceso".
El león resucitado vence a la bruja, y finalmente los niños reciben su recompensa en el Reino de Narnia…
El paralelismo con los evangelios es claro. El pecado del hombre (la traición del niño), la muerte como castigo y el sacrificio de Cristo (el león) como pago por el pecado del hombre. Su resurrección y vencimiento a la muerte (representada por la bruja), son todos elementos presentes en los evangelios. Tampoco es casual que Aslan sea un león: Cristo es conocido como el “León de la tribu de Judá” (Apocalipsis 5:5)… Veamos una escena clave.
Escena clave de la película: el sacrificio de Aslan
2 comentarios:
Si de hecho no solo cuenta los evangelios sino todo el plan de redención del cristianismo, solo que no me queda claro el motivo de tu tu publicación
Gracias por comentar. Ningún motivo en especial, sólo resaltar que película está inspirada en la obra redentora de Cristo. No le busques cinco pies al gato... o al león, debiera decir :)
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