domingo, 19 de febrero de 2012

Llueve otra vez...



Descubrí esta canción de Silvio, “Llueve otra vez”, que nunca antes había escuchado. Me gustó mucho. Encierra mucha poesía. Nuevamente la lluvia como un elemento poético de fuerza.


Llueve otra vez

Llueve otra vez detrás de mis frontales
entre oreja y oreja nubes bajas
oscuras como caras
se disfrazan de fieros animales

Una mujer he visto cuatro veces
con los ojos comunes de nosotros
cuatro mil con los otros
con los de padecer horas y meses

Llueve otra vez
donde no hay más conmigo
que fieros animales
que tiernos enemigos

Llueve otra vez
detrás de mis frontales
¡oh! campo sin abrigo
¡oh! calles sin portales

Llueve tan bien que el fin de la semana
en vez de ser domingo en mi cabeza
es sólo la tristeza
helándome el cerebro y la mañana

Una mujer que nunca me provoca
me ha condenado a lluvias sin motivo
y desde entonces vivo
ahogado en el deseo de su boca

Llueve otra vez
donde no hay más conmigo
que fieros animales
que tiernos enemigos

Llueve otra vez
detrás de mis frontales
¡oh! campo sin abrigo
¡oh! calles sin portales

Una mujer que nunca me provoca
me ha condenado a lluvias sin motivo
y desde entonces vivo
ahogado en el deseo de su boca

Llueve otra vez

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó, no lo había escuchado antes (a Silvio Rodríguez) aunque si sabía de él; pero me encantó la poesía de su música...
El amor te deja así? expuesto debajo de un aguacero y lo único que anhelas es el día en que puedas disfrutar de él, y la espera de un te quiero te hace muchas veces padecer!
Muy buena elección, me llegó al alma y me ánimo a darle el sí a esa persona especial cuando lo vuelva a ver y me pregunte (para que no padezca horas y meses)

Anónimo dijo...

La escuché y la escuché una y otra vez, realmente me quede pegada a la música y la letra...que poeta tan bueno ....me hizo sentir como si la cantara solo a mi....como un pintor desliza sobre el lienzo un color que solo brilla para tus ojos.. o como una clave que sólo tú conoces....Muy buena tanto que creo que la escucharé mañana también...gracias por descubrirla!

Anónimo dijo...

El llora porque ama a una mujer, y no sabe si será correspondido, esa incertidumbre lo devora como pequeña fiera que rasguña su alma, como si fueran contendientes dentro de él, esa discusión con su propio corazón lo inquieta, quizás lo desgasta. Y ese dolor de la incertidumbre es tan dulce, pero ¿cuánto se puede soportar?
No sabe mucho de ella, pero quiere saberlo todo y con su pensamiento la persigue, y él es perseguido por su recuerdo. Su amor por ella lo lleva a sentirse indefenso, y al descubierto, siente que todos pueden ver que la ama, menos ella. El espera (y desespera) porque ella le dice nada o no le dice mucho, lo único que le queda es sumergirse en el silencio hasta que se atreva a decirle lo que siente y su “triste domingo” se convierta en fiesta, cuando salga el anhelado sí de esa boca.

Definitivamente me acabo de enamorar de Silvio Rodríguez y a primera vista, gracias a ti. No podía parar de escucharla hasta entenderla. Que fuerte es el amor, como una brasa encendida, como una marca de fuego sobre la piel! Indudablemente es maravilloso y divino porque Dios mismo es Amor!

Anónimo dijo...

Por lo que se ve te encanta la lluvia, la canción es preciosa y la letra es muy profunda...

Anónimo dijo...

Realmente el autor o canta-autor describía un sentimiento que reconocía sentía, sin embargo a pesar de su soledad, solo era eso, un sentimiento que no era capaz de enfrentar, sino que detrás de la lluvia se escondía aquel sentir. Tal vez muchos nos sentimos así y nos identificamos con la letra de esta preciosa canción, pues reconocemos que hay un sentimiento, un gusto quizás, pero no somos capaces de enfrentarlos, sino que nos quedamos quietos a que todo pase alrededor nuestro, esperando tal vez que sea la otra persona que de el primer paso y solo nos quedamos quietos, con las ganas de querer siquiera conocer a aquella persona, cuando tal vez lo único que logramos es alejarla de nosotros. .. Linda Canción

Anónimo dijo...

O quizás la quietud sea una hermosa pausa, sea un silencio de redonda o de semifusa, que permite un descanso, que deja que cada frase dicha se repase y se entienda; para luego seguir con un hermoso in crescendo que llene todo el espacio que nos rodea, y se pueda disfrutar de toda la pieza en su conjunto, a veces las cosas no resultan ser como lo ven nuestros ojos, a veces hay algo más y mejor esperando detrás de ese silencio, solo tenemos que confiar a que se dé el tiempo perfecto y hermoso, y serán las dos personas las que se muevan, no para dar el primero paso sino para encontrarse en medio del camino. Y todo esto por una canción del alma pura y sincera.

Carlos Tovar dijo...

Recié me doy tiempo de ver mi blog y los comentarios!

Sobre los comentarios, sí, me encanta la lluvia, pero aquella ligera, difusa; aquella que no para de caer, pero que no termina de mojar. Una lluvia limeña de ahora último.

Y sí, la letra es magistral. Esa parte que dice "Una mujer he visto cuatro veces, con los ojos comunes de nosotros, cuatro mil con los otros, con los de padecer horas y meses" lo es todo.

Anónimo dijo...

Cada quien con su lluvia, a mi me gustan las dos:la finita insistente y el aguacero que me empapa en una. Y si no llueve abro la ducha y resuelto.La vida sin complicaciones!