miércoles, 24 de diciembre de 2008

El nacimiento de Jesucristo

Tenemos poca certeza sobre en qué época del año nació Jesús hace aproximadamente 2 mil años. Sabemos, sí, que no nació un 25 de diciembre, que ese día fue adoptado por la iglesia Católica alrededor del siglo IV para cristianizar una celebración pagana.

Aunque se ignora el día en que nació Jesucristo, el mundo cristiano coincide en celebrar el día de su nacimiento. ¿Pero quien era Jesús, para qué vino, cuál es su mensaje y por qué tuvo que morir? Creo que en el caso de muchos de nosotros, cuando de pequeños hicimos esas preguntas, siempre se nos dio respuestas fáciles, en casa o en el colegio, que terminaron matando nuestra curiosidad en lugar de avivarla. Con el tiempo, nos fuimos formando la imagen de un hombre maravilloso pero “cuyas ideas” estaban fuera del mundo, de la vida real, del día a día. Continuamos nuestras vidas sin volvernos a hacer esas preguntas porque de las preocupaciones de la adolescencia y de la juventud pasamos a las de nuestra vida adulta, que son, naturalmente, mayores. Irónicamente, esas preocupaciones se potencian en días como estos en los que andamos preocupados con la cena navideña, los regalos y los saludos. Por tanto, por paradójico que sea, la Navidad se vuelve en la fecha más improbable para que alguien reflexione sobre las preguntas antes planteadas, aunque sea por mera curiosidad histórica o teológica.

Por fortuna, siempre es posible celebrar el nacimiento de Jesús, en cualquier día del año. No me refiero a su nacimiento dos mil años atrás sino al nacimiento dentro de cada uno nosotros, que es mucho más importante.

Los dejo con una canción de Juan Luís Guerra y su testimonio de cómo Jesús nació en su vida.

Juan Luís Guerra y su testimonio sobre el nacimiento de Jesús

"No necesito pastillas" (canción)

sábado, 20 de diciembre de 2008

ocraM en la Biblioteca de Juan Acevedo

OcraM, a través de su Útero TV, nos brinda un excelente video de su visita a la casa de Juan Acevedo, nuestro más renombrado historietista. Acevedo es todo un personaje y charlar con él es un placer. Es una persona llena de anécdotas, con mucho sentido del humor y un vasto conocimiento del arte. Adentrémonos en su biblioteca, gracias al video que robo de ocraM Sifuentes.

ocraM entrevistando a Acevedo

Por cierto, como a ocraM, "Paracuellos", de Carlos Giménez, también me hace recordar a "Los 400 golpes" de Truffaut (ver "Paracuellos del Jaramá)!

Sobre la masificación de la obra un artista...


Leo en “Conversaciones con Daniel F” (Ediciones Contracultura, p 44, 2008) un interesante pasaje de la entrevista que se le hizo a Daniel F, sobre los fans y la masificación de sus bandas preferidas.

Daniel F: “(…) Como te decía, a la intolerancia de tiempos pasados se sumaba la ‘cossa nosstra’, el que la banda que uno adoptara no debía ser conocida por nadie más. La gente perdía totalmente el interés en un grupo cuando éste comenzaba a ser oído por el gentío. Antes aquí había unos pocos fans de Greenday, y eran fans a muerte. Pero cuando Greenday comenzó a ser escuchado y disfrutado por todo público, pues esos primeros fans desaparecieron. No sin antes granputear a todos los ‘recién llegados’ y a este ‘grupito de mierda que se ha vendido’… Pobres idiotas…. Eso es precisamente lo que ha cambiado. Hoy, el oyente medio no atesora sus discos o sus gustos egoístamente. Más bien, los difunde y espera que todos oigan a su banda favorita (…)”

Comparto mucho de lo que dice. Me resulta difícil entender a quienes dicen disfrutar de un producto artístico y se aterran cuando éste pasa a ser conocido masivamente por otros. Como muchos, cuando me gusta algún artista poco conocido trato de difundirlo (¡es una de las razones por las que existe este blog!), compartirlo con el resto de personas. Aunque suene duro decirlo, yo creo que los fans que toman la actitud contraria, descrita por Daniel F, son gente vacía por dentro que carece de capacidad de disfrutar del arte y están, más bien, desesperadamente en busca de algo que los distinga del resto.

Actitud similar se ve en aquellas personas que se niegan a conocer algo que ya es masivo por el simple hecho de serlo. Cierto que lo masivo no es necesariamente sinónimo de calidad, pero tampoco es su antónimo.

The Beatles son un simple pero contundente ejemplo de lo que digo. Fueron un éxito comercial sin precedentes, pero, asimismo, geniales artistas, vanguardistas y revolucionarios musicales, quienes influenciaron en casi todo lo que se hizo después en la música Rock. Hasta músicos como Silvio han sentido su influencia. Su disco “Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band” es uno de los discos más vendidos de la historia y no por ello deja de ser una joya musical. Lo mismo, en Literatura, el Gabo ha llegado masivamente al público pero ello no hace que sus obras sean menos artísticas. “El Amor en los Tiempos del Cólera”, una de sus más conocidas novelas, ha tenido un enorme éxito en ventas, pero eso no le quita un ápice de su enorme calidad, menos de su belleza. Lo mismo en el cine, Francis Ford Coppola ha sido un cineasta de éxito, harto conocido, y al mismo tiempo uno de los mejores exponentes del cine contemporáneo. "El Padrino" es una obra maestra del séptimo arte de un suceso comercial nada despreciable.

...

Volviendo a lo dicho por Daniel F, en lo que no estoy muy de acuerdo es en que la actitud de las personas haya cambiado mucho. Lo que ha cambiado son los medios de los que disponen los seguidores de un determinado grupo para difundirlo. Con el avance los medios de comunicación, especialmente con el desarrollo del Internet, la tarea de difusión se hace más fácil, se abarata. ¡Enhorabuena!

La primera "Etiqueta Negra"


“Etiqueta Negra” es una excelente revista cultural, que ha ganado merecidamente el reconocimiento del público no sólo local sino extranjero. Esta revista “de historias, crónicas, perfiles, ensayos y cuentos”, como sus propios editores la definen, lleva ya cinco años y medio en circulación con mucho éxito.

Lo que pocos saben es que hubo otra “Etiqueta Negra”, ahora extinta. Hace 20 años salió a la venta una revista del mismo nombre dedicada al mundo de la historieta contemporánea.

En la foto figura el número 2 de dicha revista, publicada el 12 de julio de 1988, la cual lleva un dibujo en acuarela de Hugo Pratt, maestro del cómic. El comité editorial estaba conformado por Felipe Degregori, Diego García, Mario Lucioni, Oscar Malca, Mauricio Maldonado, Julio Polar y Juan Zevallos.

La revista, presentaba una serie de historietas locales y extranjeras. Entre las historietas nacionales estaban, entre otros, trabajos de Julio Polar (“Feliz Día, ratas”), Diego García (“Lima 2004”) y Humberto Costa (“Blackhawk”), quien es además un erudito de la historieta. Y entre las historietas extranjeras, por si fuera poco, una de Hugo Pratt (“Otros Romeos y Otras Julietas”). La carátula de la revista tiene un dibujo en acuarela de Pratt.

No sé cuánto duró este esfuerzo editorial porque no volví a encontrar más números. Intuyo que, pese a ser una revista muy interesante, no mucho pues eran épocas muy difíciles para lanzarse a una aventura editorial en el Perú.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Bruce Springsteen y su vena poética


Hablando de Bruce Springsteen, como la mayoría de personas lo conocí en su etapa de músico masivo, con su excelente álbum “Born in the US” (1984) que lo internacionalizó con canciones como “Dancing in the Dark”, “Born in the US”, “I’m going down”, “Glory Days”, “Cover me” y “No surrender”, y las menos conocidas pero buenas “I’m on fire” y “My hometown”. Guardo con especial cariño la versión latinoamericana Long Play de ese álbum. Hace no mucho tuve la suerte de conseguir la versión americana de ese LP.

“The Boss”, como se le conoce a Springsteen, tiene una vena poética que merece tanta atención como su música. Seleccioné su canción “The River”, de su legendario álbum del mismo nombre del año 1980, como una muestra de lo que digo. En este video la canta junto a su grupo “The E Street Band”.

"The River" (1979)



The River (1979)

Come from down in the valley, where mister when you’re young
They bring you up to do, like your daddy done
Me and Mary we met in high school, when she was just seventeen.

We'd ride out of that valley, down to where the fields were green
We'd go down to the river
And into the river we'd dive
Oh down to the river we'd ride.
Then I got Mary pregnant, and man that was all she wrote
And for my nineteen birthday, I got a union card and a wedding coat
We went down to the courthouse, and the judge put it all to rest
No wedding day smiles, no walk down the aisle
No flowers, no wedding dress.

That night we went down to the river
And into the river we’d dive
On down to the river we did ride

I got a job working construction, for the Johnstown Company
But lately there ain’t been much work, on account of the Economy
Now all them things that seemed so important
Well mister they vanished right into the air
Now I just act like I don’t remember, Mary acts like she don’t care.

But I remember us riding in my brothers car
Her body tan and wet down at the reservoir
At night on them banks I’d lie awake
And pull her close just to feel each breath she’d take
Now those memories come back to haunt me, they haunt me like a curse
Is a dream a lie if it don’t come true
Or is it something worse that sends me
Down to the river, though I know the river is dry
Down to the river, my baby and I
Oh down to the river we ride

martes, 16 de diciembre de 2008

La miopía de los detractores de Daniel F


Leí en la Web una nota sobre Daniel F y al pie de ella varios comentarios sobre nuestro ya mítico artista. Me sorprendieron algunos de ellos, que con cierta frecuencia decían que “Daniel F se ha vendido” o “sí, he escuchado que se ha vendido”

¿Por qué esas acusaciones gratuitas ? Porque sencillamente, desde la miope opinión de estas personas, Daniel F cuenta ahora con una productora española. ¿Y qué tiene ello de malo? Debería ser, por el contrario, una noticia que nos alegre.

No hay nada de malo en que un artista cuente con el respaldo de una productora que le dé la tranquilidad de hacer lo que mejor sabe: componer canciones. ¿O acaso cada vez que va a un lugar a presentar su arte, un cantante tiene que correr de aquí para allá buscando dónde alojarse, cómo trasladar sus equipos, ver todos los detalles logísticos que nada tienen que ver con su inspiración y proceso de creación?

Pregunto a quienes les gustan poner etiquetas de “comercial” y “vendido” ¿Qué es un músico comercial? ¿Cuándo un artista “se vende”? Sospecho que difícilmente pueden responder preguntas tan sencillas sin entrar en contradicciones.

Para mí, un músico es un verdadero artista cuando es fiel a su inspiración y compone sin pensar en que hará un hit o que su canción la escucharán pocos o miles. En una entrevista concedida el 2000 a David Novoa ("Conversaciones con Daniel F", Ediciones Contracultura), Daniel F aclaraba: “Nosotros nunca hemos hecho música para complacer a la gente. Nosotros no vamos a estar preocupados por lo gustos o las aspiraciones de cada una de las personas que conforman nuestra audiencia”. Quienes hacen lo contrario, por lo general, terminan produciendo un producto estándar, a gusto del cliente, las radios y oyentes. Y cualquiera que haya seguido la carrera del F sabe que no es su caso.

Ahora bien, que un artista genuino no produzca pensando en un hit o en la audiencia, ello no significa que, una vez creada su obra, no pueda alegrarse de que ésta llegue a miles y que ello lo haga feliz. No conozco artista que le moleste que su arte se difunda. Todo lo contrario. El arte está hecho para degustarlo, compartirlo, disfrutarlo y miles de cosas más. Si puede ser masivo, tanto mejor. Y si una productora puede ayudar a masificarlo, enhorabuena.

En la misma entrevista (que por cierto ha sido reeditada y actualizada por "Contracultura" en mayo de este año) le preguntaron a Daniel F qué pensaba sobre el encumbramiento al ámbito masivo producido en los 80s de uno de sus mayores ídolos musicales, Bruce Springsteen, quien como se sabe pasó de ser un cantante asociado a la movida underground rockera estadounidense a un cantante masivo. Daniel F respondió: “Bacán. Me dije ‘ya era hora carajo’, se hizo justicia. Pues alguien que sólo cantaba para aquellos que teníamos la suerte de escucharlo, ahora cantaba por fin para TODOS, pues el mundo no podía estar privado de un talento y de una personalidad como la de Bruce Springteen…” Y yo pienso lo mismo sobre Daniel F, y espero que contar con una productora le ayude a masificar su música. Y si ello le reporta mayores ganancias, mejor aún porque creo que el día que nuestros artistas puedan vivir de su arte, seremos un país desarrollado.

Les dejo un video del último "Trovadictos" que Daniel F tocó el último 12 de diciembre junto con Rafo Ráez, otro formidable músico, genial, y uno de nuestros más versátiles compositores.

"A la cloaca" Daniel F y Rafo Ráez

Recordando la música de Ennio Morricone

La música de una película puede jugar muchas veces un papel decisivo en el hecho que recordemos una película más que otra. Un buen soundtrack puede hacer aun más inolvidable una buena pelicula. Por ello sus autores no pueden pasar inadvertidos.

Ennio Morricone ha sido uno de los autores que han tenido más éxito haciendo soundtracks de películas. Tiene muchas melodias inolvidables. Recordemos algunas.

Una de las que más recuerdo es la que hizo para "Le Professionnel" (1981). Aún tengo grabado el día que mi padre me llevó a verla al cine "República". La película francesa fue todo un éxito. En ella Jean Paul Belmondo interpretaba a un asesino profesional contratado para matar a un presidente africano.

"Le Professional" (1981)


Otra de las que más recuerdo es la que Morricone compuso para "The Mission" (1986), una bella película que contó con dos grandes del cine: Jeremy Irons y Robert De Niro y ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes 1986.

"The Mission" (1986)

De niño había escuchado la siguiente música y la asociaba siempre a alguna película del Oeste. Después supe que se trataba de un tema compuesto por Morricone para un famoso western de antaño, "The good, the bad, and the ugly" (Lo bueno, lo malo y lo feo, 1966), película protagonizada por Clint Eastwood. Esta música se ha convertido en una suerte de himno de las películas del Oeste.

"The good, the bad, and the ugly" (1966)

Para terminar de recordar una muestra de su arte, incluyo al tema que compuso hace exactamente veinte años para "Cinema Paradiso" (1988), bella película tributo al cine y a los cinéfilos que triunfó como mejor película extranjera en los Oscar de 1989.

"Cinema Paradiso" (1988)

lunes, 8 de diciembre de 2008

The Other Boleyn Girl ("La Otra Reina" o "Las Hermanas Bolena")

Me gustó mucho “The Other Boleyn Girl”, traducida como “La Otra Reina” o "Las Hermanas Bolena" que cuenta la historia de Anne Boleyn (Ana Bolena) y Henry VIII (Enrique Octavo). Aunque, no sé cuán fiel pueda ser a la historia real porque usualmente el cine se da varias licencias cuando adapta la Historia a la pantalla.

Creo que uno de los mayores méritos de “The Other Boleyn Girl” es el nivel interpretativo, especialmente de las actrices Natalie Portman (Anne Boleyn), Scarlett Johansson (Mary Boleyn), Kristin Scott Thomas (Lady Elizabeth Boleyn) y Ana Torrent (Katherine of Aragon). Me dejó, en cambio, mucho que desear la actuación de Eric Bana (1968) como Henry Tudor (Enrique Octavo). Aunque este actor tiene en su haber buenas actuaciones, como Hector y Avner en “Troy” y “Munich”, respectivamente, me parece que aún le falta versatilidad. Jim Sturgess (1981), quien hace de George Boleyn, hermano de las Boleyn Girls, pasa sin mayor notoriedad. Buenas, en cambio, son las actuaciones de Mark Rylance (1960) y David Morrisey (1964) como Sir Thomas Boleyn y Thomas Howard Duke of Norfolk, quienes, digámoslo, hacen papeles de proxenetas de sus propias hijas y sobrinas, respectivamente.

Scarlett Johansson (1984), quien ya nos tiene acostumbrados a buenas actuaciones, hace una estupenda interpretación de Mary Boylen. Aunque la vi por primera vez en “The Man Who Wasn’t There” (“El hombre que nunca estuvo”, 2001) de los Coen, la recuerdo más por “Lost in Traslation” (“Perdidos en Tokio”, 2003) de Sofía Coppola. Habrá que verla en “The Spirit” (2008), película basada en el célebre personaje de historietas de ese nombre, creado por Will Eisner (uno de los más grandes historietistas del siglo XX). Kristin Scott-Thomas (1960) hace un papel estupendo como madre de las Boleyn Girls (Anne y Mary). Tiene una habilidad particular para interpretar a personajes que diciendo poco, trasmiten mucho. Muchos de sus personajes me dejan la impresión de que callan mucho de lo que sienten, que quieren decir o hacer más, pero guardan silencio o permanecen pasivos. Por su parte, Ana Torrent, la actriz española de “Tesis” (1996), hace de esposa de Henry VIII y, aunque aparece poco durante el film, nos deja una excelente actuación, muy sustanciosa.

Pero quien se lleva las palmas es Natalie Portman, actriz nacida en Jerusalem, Israel. Como ya se ha vuelto su costumbre, nos brinda otra actuación formidable.

Natalie Portman (1981), bien podría ser llamada la otra Winona Ryder (1971). Además de sus aspectos físicos, caracterizados por un rostro bello y una delgadez tal que le dan una aparente vulnerabilidad, sus interpretaciones tienen una rara combinación de dulzura y coraje. Y tienen una enorme facilidad para interpretar a personajes que pasan muy fácilmente de victimas a victimarias. O de inocentes a cómplices. O de manipuladas a manipuladoras. O viceversa.

En el caso de Winona Ryder se me vienen a la mente, por ejemplo, sus interpretaciones en “Bram Stroker’s Dracula” (1992), “The Crucible" ("Las Brujas de Salem”, 1996) y “The Age of Innocence" ("La Edad de la Inocencia”, 1993). En el caso de Natalie Portman sus interpretaciones en “V for Vendetta” (2005), “Closer” (2004), tal vez el mejor ejemplo de lo que digo, y ahora en “The Other Boleyn girl”.

Se trata de actrices estupendas con mucho carácter interpretativo, aunque, claro, la estrella de Winona ha dejado de brillar como antaño, en gran medida por los escándalos de drogas que la han envuelto. Natalie Portman, diez años menor, ha interpretado una serie de papeles que otrora hubiesen podido ser tomados por la Ryder. Habrá que ver a la Portman en “New York, I love you” a estrenarse en febrero del 2009, un film compuesto de 12 historias cortas teniendo como sede Manhattan, al formato de “Paris, je t'aime”, donde también ella actuó!

Trailer de "The Other Boleyn Girl"

viernes, 5 de diciembre de 2008

Buenos amigos

[No faltará quienes lean el siguiente relato, de Rafael Mendoza, y su historia les resulte familiar. Es que todos conocemos a algún ludópata y sabemos que cada uno de ellos tiene un optimismo desbordante y, principalmente, una obsesión compulsiva por el azar. Sus amigos, claro, pueden ser cómplices de él o elegir no serlo. Espero disfruten el relato como yo. Carlos Tovar]



Buenos Amigos

x Rafael Mendoza Lozano

Marco hizo su cálculo. Invirtiendo treinta soles por día, jugando caballitos en el casino, podría no sólo vivir sino hacer dinero. Cada golpe devolvería 10 veces el dinero invertido, y cada día golpearía al menos una vez antes de perder los treinta soles. Un genio, carajo. Eso sí, únicamente en el Arcadia, los otros casinos tenían ajustadas las máquinas para evitar los golpes. Qué lindo.

Hay que ser un profesional del casino, en eso todos estamos de acuerdo. Lo malo es que Marco recién iba tres años jugando, así que le faltaban dos más para graduarse. Y esos dos años que le faltaban podrían ser muy onerosos porque no jugaba bien al casino, sino que apostaba todo lo que tenía en el bolsillo y generalmente lo perdía todo. Sacando cuentas, en sus años de casino había perdido 10.000 dólares. Nada mal para alguien que gana 500 al mes.

Como era de esperarse, su temperamento le jugó mal la semana pasada, y perdió los 900 soles del mes en una noche, larga, muy larga noche. También le iba mal en el trabajo, o sea lo botaron, y mejor aun, acababa de jugarse los últimos 900 soles de su liquidación. Brillante.

Había algunas cosas buenas, como que el casino quedaba cerca de su casa; así que de cualquier forma podía caminar de ida y de vuelta. Su madre le proveía de la comida y la casa donde dormir. No hay para qué desesperar. Además era optimista, siempre lo fue, y ciegamente optimista. También colérico, afanador compulsivo, aprista, desubicado, con floro barato pero poco efectivo. Mujeres ni una, salvo haciendo memoria.

El problema estaba allí delante nuestro: Marco y el casino. “Marco, ¿dónde vas a conseguir la plata para el casino?”, dije yo. “Un golpe al 999 con 10 soles y me recupero, y estoy arriba” —dijo Marco. “Eso es casi imposible” —intervino esta vez Renzo. “Nada es imposible en esta vida, muchachos” —siempre optimista. “Sí para ti”, dije yo. “Sí, ¿no? Nunca golpeo y me endeudo más, hasta quedar en la miseria, sin chamba y sin nada. El casino se llevó mi vida. Es más, quien me ha llevado a la miseria tiene nombre propio: el Arcadia. Vamos 5-6... esta máquina está arreglada, no paga”.

“Ustedes, Rafael, han perdido un huevo de plata en la bolsa. Tu esposa nomás. Sólo para darte un ejemplo, voy a decir lo que tú mismo dijiste, Rafael: es una sanguijuela chupa sangre agarrada a tu piel extrayéndote los recursos sin parar —y engordando, agregó Renzo—. O sea, la verdad es que todos hemos invertido mal”. “Sólo que unos peor que otros”, dijo de nuevo Renzo. Pero Marco no se inmutaba, más bien disfrutaba estar allí y ser el centro de atención.

Ayer nos avisó que su viejita estaba mal. Necesitaba dinero para la operación porque el Seguro sólo podía cubrir la mitad. País de mierda, ¿no? La gente aporta toda su vida, manda a los hijos a colegios privados (pagas impuestos pero no haces uso de los servicios estatales por lo malos que son), votas en cada elección, discutes de política en la calle, en la casa, todos los días. Me pregunto si hay un país donde se viva más la política que en Perú. Pero claro, el Seguro Social no tiene plata.

Como siempre andaba misio, excepto para el casino, ayer para variar le pagamos su cuarto de pollo, como siempre hacíamos cada vez que salíamos en grupo, y nos contó con detalles lo mal que se había puesto su mamá. Nos acompañó a jugar al casino. Muchas veces sólo miraba y recomendaba. “Vamos 5-6” era nuestra muletilla, para él su cabala. Cuando tenía plata iba solo, y solo perdió gran parte de su dinero. Una vez lo vi perder 300 soles una noche. A mí me sacaron de la mesa del derby por no jugar más de 10 soles y Marco casi ni se dio cuenta. Los de seguridad me hubieran sacado a rastras y él ni se habría inmutado. Qué concentración en el juego. Admirable.

Pero ayer estaba tranquilo y no jugó nada. Necesitaba el dinero, en serio, en serio. Su vieja tenía que ser operada para vivir. Le dije que no. Yo no apuesto a perdedores.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Batman: El viejo truco de la muerte del superhéroe


Si le preguntáramos a Maxwell Smart, el conocidísimo Súper Agente 86, sobre la muerte de Batman a manos de “Guante Negro” (Black Glove), narrada en el último número del cómic americano del hombre murciélago, seguro nos diría “es el viejo truco de asesinar al héroe para elevar las ventas y luego resucitarlo”. Y la verdad no creo que se trate de nada distinto. El mismo viejo truco de la muerte de Superman a manos, o debiera decir a puñetazos, de Doomsday.

Como parte del show, Grant Morrison, guionista de Batman, aseguró que: “Este es el final de Bruce Wayne como Batman”. Se especula que Dick Grayson, quien además de ser un ex-Robin es Nightwing, reemplazaría a Wayne en el papel de Batman. O sea, lo que anuncia es el fin de Bruce Wayne (Bruno Díaz para el mundo hispano) como Batman no la desaparición del héroe.

Recuerdo que en 1993, en la saga Knightfall (conocida como “La caída del murciélago”) Batman fue dejado paralítico por Bane y se especulaba que Wayne nunca regresaría. Fue reemplazado por Azrael, un individuo oscuro experto en artes marciales. Después de un tiempo se hizo el milagro y Wayne recobró su capacidad de caminar y retornó a ser el Caballero de la Noche, no sin antes combatir a Azrael, quien no quería dejar de ser el nuevo Batman y había perdido el control de sí.

Seguro que esta vez la ausencia de Wayne durará un poco más. Y quien sabe Grayson sea su reemplazo, pero apuesto mi colección de bati-historietas de que Wayne regresa. De eso no tengo duda. Además, Frank Miller ya escribió el futuro de Batman en la clásica e influyente historieta “The Dark Knight Returns”, en la cual nos presenta a un Bruce Wayne ya viejo, quien vuelve a vestirse como el caballero de la noche después de muchos años de haber colgado la capa y capucha. O sea, no se preocupen, Wayne llegará a viejo.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Son Gokú: Entre el Rey Mono y Superman

x Carlos Tovar

Hasta la aparición de Dragon Ball ningún otro dibujo japonés había tenido tanto éxito en occidente. Visualmente narrada en un estilo de video de peleas, la saga de Dragon Ball, creada por Akira Toriyama en los 80s, irrumpió en occidente a inicios de los 90s, estableciendo una fiebre sin precedentes y masificando la adicción a las series animadas japonesas. Afición que ya existía, por ejemplo, en países como Perú, pero no de una manera tan masiva.

Como se sabe, Son Gokú, personaje central de esta saga, siendo aún niño, emprende junto a Bulma la búsqueda de las siete esferas del Dragón con la finalidad de reunirlas. Una vez juntas, se dice, las esferas conceden cualquier deseo. En el camino, Son Gokú conocerá a varios personajes, algunos de los cuales también querrán hacerse de las siete esferas, pero para usarlas con fines menos nobles que los que tiene Son Gokú.

A lo largo de su travesía, Son Gokú se hará de muchos enemigos, pero, debido a su nobleza, la amistad siempre lo acompañará. Y si bien las luchas de artes marciales y el afán de superación son elementos importantes de la saga, el perdón y la amistad no le van a la zaga. Resulta significativo que la mayor parte de los amigos de Son Gokú esté conformada por personajes que fueron inicialmente rivales o enemigos suyos, como son los casos de Yamcha, Krilin, Ten Shin Han, y los propios Piccolo y Vegeta. En su oportunidad, Son Gokú vence a cada uno de ellos, pero cuando tiene la oportunidad de eliminarlos o humillarlos decide perdonarlos, creando así cimientos de una amistad perdurable.


De niño, Son Gokú solía llevar consigo un báculo sagrado, una cola y, al mirar a la Luna llena, transformarse en un mono gigante, Ohzaru. Estos elementos lo asemejan, sin duda, al personaje de la antigua leyenda china del Rey Mono, Sun Wukong, quien como se sabe tenía también cola, un báculo mágico, una enorme fuerza e iba por el mundo en busca de reunir unas sagradas escrituras budistas. Al final como Son Gokú, Sun Wukong alcanza la imortalidad.

Las semejanzas con Superman son, asimismo, claras. Como Kar-El que viene del destruido plantea Kryptón, Son Gokú viene del destruido planeta Vegita. Ambos son, supuestamente, los únicos sobrevivientes de esos planetas (después se descubre que no), llegan a la Tierra en una nave espacial siendo niños aún y ambos son los seres más poderosos de la Tierra (aunque Son Gokú termina siendo mucho más poderoso que Superman). Tiempo después de su estadía en la Tierra, Superman se entera que hay tres villanos sobrevivientes del planeta Kryptón que han venido a la Tierra (sólo en la versión cinematográfica de Richard Lester) con idea de someterla; Son Gokú, ya adulto, se entera que era sobreviviente del planeta Vegita, al recibir la visita de tres sobrevivientes de ese planeta (Radix, Napa y Vegeta) quienes han venido a eliminar a la raza humana y apoderarse del planeta. Ambos se enfrentan a tres villanos de su propia especie para defender a la especie humana. Aunque hay algunas diferencias como el hecho de que mientras Kar-El fue enviado a la Tierra para salvarse de morir en el moribundo planeta Kryptón, Son Gokú, cuyo nombre en Vegita es Kakaroto, fue enviado a someterla, pero al aterrizar en la Tierra recibe tal golpe en la cabeza que se olvida de su misión y aflora su esencia más pura, la de un ser con un gran corazón, aun cuando pertenezca a la especie de guerreros sayayin del planeta Vegita. Son Gokú no tiene identidad secreta, mientras que Superman sí. El personaje japonés nos ahorra así la absurda idea del personaje americano de que quitándose las gafas y poniéndose una capa nadie lo reconocerá (¡qué absurdo!).

Si bien ambos son los seres más poderosos de la Tierra, en sus respectivos mundos de ficción, a diferencia de Superman Son Gokú tiene enemigos sumamente poderosos (venidos del espacio exterior) que lo superan en fuerza, pero no en valor y tenacidad. Superman, en cambio, confinado a enemigos con menor fuerza que él enfrenta un problema que Umberto Eco, en su célebre “Apocalipticos e Integrados”, explicó con lucidez de la siguiente manera: “Superman, que es por definición el personaje que nadie puede discutir, se halla en la preocupante situación narrativa de ser un héroe sin adversario, y por tanto sin posibilidad de desarrollo”. Opinión que comparto cien por ciento.

Para terminar, debo decir que mi aproximación a Dragon Ball fue a través de la historieta. Recuerdo que una vez vi colgado en un puesto de revistas la edición de Planeta de Dragon Ball Z. Reconocí al personaje de ojos enormes y melena negra triangulada que había visto algunas veces desfilar fugazmente en las pantallas de mi televisor sin prestar mayor atención. Cuando leí la historieta quedé enganchado y decidí empezar a ver la serie de televisión de la cual, con veintitantos años a cuestas, me convertí en asiduo seguidor. Ahora que pasó la fiebre, recuerdo con agrado las horas que pasé viendo las aventuras de Son Gokú y sus amigos.

Aunque me causa gracia que algunos amantes de la historieta subvaloren los mangas japoneses (craso error), más me sorprende que entre los cultores del manga japonés haya quienes consideren despectivamente a Dragon Ball como “un producto muy comercial” dentro de la producción manga (So what?). Cuando un producto me entretiene tanto y me engancha de la manera que lo hace Dragon Ball, me importa un bledo si es comercial o si es alternativo. Después de todo, necesariamente, lo comercial no es sinónimo de malo, así como lo alternativo no es sinónimo de bueno.

El origen judío del Cristianismo

Leo con cierta sorpresa la contratapa de un libro que me llamó la atención. Se trata de “Los Rollos del Mar Muerto y los orígenes judíos del Cristianismo” de Carsten Peter Thiede. En la contratapa se dice que Thiede «plantea una hipótesis radical: los primeros cristianos no consideraban estar fundando una nueva religión, se asumían como un movimiento aún apegado al dogma y la tradición judía». Thiede habría llegado a esta conclusión tras investigar los manuscritos de origen judío que fueron hallados en una gruta a orillas del Mar Muerto en 1947.

En realidad la hipótesis de Thiede no tiene mucho de espectacular para los cristianos. En el Nuevo Testamento queda claro que para la comunidad cristiana Jesús no había venido a fundar una religión, y menos una nueva, sino a dar cumplimiento, precisamente, de las profecías sobre el Mesías (Cristo en hebreo) que figuraban muchos siglos antes en las escrituras sagradas judías, las cuales forman también parte de la Biblia (ver Isaías 53). El Evangelio de Mateo, por ejemplo, está principalmente dirigido a mostrar al pueblo judío que Jesús era el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento. Justamente por ello, en Mateo 5:17, Jesús dice «17 No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento». Cabe recordar, también, que la Última Cena de Jesús y sus doce apóstoles no era otra cosa que la cena Pascua Judía (Passover), en celebración de la liberación del pueblo judío del yugo egipcio, tal como narra el capítulo 12 de Éxodo. No obstante, para los cristianos, las costumbres judías como el tabernáculo y el sacrificio quedaron anuladas tras la venida de Jesús: Ya no tenían sentido puesto que él fue el sacrificio y tabernáculo perfecto. Para los cristianos, además, la promesa de salvación se extiende al mundo entero, no se limita al pueblo de Israel. En el famoso pasaje con la mujer samaritana, Jesús deja claro que la salvación era incluso para los no judíos (Juan capítulo 4). Posteriormente, Pablo llevó ese mensaje a pueblos no judíos por lo que es conocido como el "apostol de los gentiles" ("gentiles" es la forma en que los judíos llamaban a los no judíos).

La hipótesis de Thiede, sin embargo, puede ser sorprendente para los judíos ortodoxos (por llamarlos de alguna forma) quienes no creen que Jesús sea el Mesías que fue profetizado a sus antepasados y a quien siguen aún esperando. Por lo general evitan hablar de Jesús y si lo hacen, lo hacen mayormente de forma despectiva. Rechazan, por lo general, leer el Nuevo Testamento (En referencia a esto Juan 1:11 dice «Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron»).

No es casual que gran parte del Nuevo Testamento haya sido escrito por el apóstol Pablo, inicialmente un judío ortodoxo, quien negaba que Jesús fuese el Mesías y consideraba a los judíos conversos a Cristo herejes de la fe judía, aquienes perseguía y asesinaba. La conversión de Pablo al cristianismo se produce cuando reconoce que Jesús sí era el Mesías profetizado muchos siglos atrás al pueblo judío. Pablo, quien probablemente haya sido el apóstol cristiano más influyente en toda la historia, veía su “conversión” no como una negación de su creencia judía previa, sino, por el contrario, como una confirmación de todo lo que él, como judío, creía. Era el cumplimiento de una promesa dada a sus antepasados. (Sugiero leer "El carácter judío del Nuevo Testamento")