Hace unas semanas, publicaron en El País una traducción de un interesante artículo publicado días antes en inglés en The Guardian, y cuyo título traducido al español fue “¿Por qué la gente no sonríe en las fotos antiguas?”.
Me llamó mucho la atención el final que cierra diciendo: “Qué hermosas y cautivadoras son las fotografías antiguas en comparación con nuestros ridículos selfis. Probablemente aquella gente seria se divertía tanto como nosotros, si no más. Pero no tenían la necesidad histérica de demostrarlo con fotos. Al contrario, cuando posaban para una fotografía pensaban en el tiempo, la muerte y la memoria. La presencia de esas realidades solemnes en las fotografías del pasado las hace mucho más valiosas que las instantáneas con una felicidad tonta colgadas en Instagram. A lo mejor, nosotros también deberíamos dejar de sonreír a veces”.
Este cierre no hace más que afirmar esa vieja frase de Todo tiempo pasado fue mejor (que en realidad, creo, fue dicha con cierta ironía). Me parece sumamente romántica esa tendencia a idealizar el pasado y trivializar el presente, cuando el autor de la nota afirma, refiriéndose a las personas del pasado: “Al contrario, cuando posaban para una fotografía pensaban en el tiempo, la muerte y la memoria”. ¿Cómo lo sabe? ¿Realmente cree que las personas de ahora tienen más necesidad de demostrar su felicidad con fotos que las de antes? ¿No será simplemente que tienen más medios para hacerlo? ¿Y piensa seriamente que las miradas solemnes del pasado son más reales que las instantáneas de felicidad del presente? ¿Por qué está bien que, por ser una costumbre de la época, una persona del pasado, aun siendo una persona alegre, muestre una actitud seria y está mal que una persona de la actualidad, que probablemente no sea tan feliz como parece, muestre una actitud de alegría, si ambas, la persona del pasado y la de ahora, no muestran su verdadero estado de ánimo? Y, además, ¿está seguro el autor que en el pasado las personas pensaban en el tiempo, la muerte y la memoria? ¿Así tan más profundas que nosotros eran?
Lo que tenemos ahora con el uso de la tecnología y las redes sociales es gente que sin ser lo suficientemente adinerada como para sacarse unas fotos (porque hace cerca de dos siglos había que tener dinero para sacarse una foto o pedir que le pinten un retrato a uno), ni lo suficientemente conocida en la sociedad pueda tener, aunque sea en su mundo internauta, el derecho de tomarse una foto y compartirla con quienes quiere, sin que ello signifique que su vida es menos real que la de los antepasados.
No soy de las personas que les gusta estar mostrándose en fotos en las redes sociales, pero respeto, absolutamente, a quienes sí les gusta hacerlo y no por ello debo considerar su actitud ridícula o menos valedera que mi discreto silencio.
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