martes, 30 de noviembre de 2010

Digno eres Señor

Esta canción de Marcos Barrientos tiene un significado muy especial para mí. La escuché en un momento que decidí que Dios sea Señor en mi vida. Eso implicaba someterme a su autoridad.

Antes la idea de someterme a Dios me causaba cierta alergia intelectual porque la identificaba como falta de carácter y consideraba una renuncia inaceptable de mi libertad. ¿Por qué yo tenía que someterme a alguien? Total, si Dios me había creado con libre albedrío ¿por qué Dios me tendría que pedir que me someta a su voluntad? Yo, me decía a mí mismo, si trataba de llevar una vida correcta, no necesitaba “ser controlado” por nadie.

La verdad es que estaba equivocado. Partía de la premisa de que someterme a Dios era perder mi libertad, cuando, en realidad, termina siendo todo lo contrario porque junto a Él uno encuentra libertad. Solía rechazar a Dios como Señor pesando que yo no podía someterme a ninguna persona, ignorando que Esa persona me amaba, lo sabía todo y conocía más de mí que yo mismo. E ignoraba que Dios sólo tenía pensamientos buenos para mí.

Si tuviste una infancia feliz, entenderás que la tuviste porque te sentías protegido y amado por tus padres, pese a que entonces no tenías nada de lo que erradamente llamamos “libertad” (hacer lo que queremos sin rendirle cuentas a nadie). La realidad es que una infancia feliz trae un sentimiento de libertad. ¿O no? Si no tuviste una infancia feliz, con Dios como Padre puedes vivirla. Dios es un padre bueno y sometiéndote a Él encontrarás protección, gozo, paz y libertad. Hay que empezar reconociendo que Dios es digno de toda autoridad sobre nuestras vidas. Mientras antes uno decida reconocer su autoridad y hacer su voluntad, más rápido veremos cómo actua en nuestras vidas. El Señor es digno.

Marco Barrientos: Digno eres Señor