“Joker” es una buena e interesante película, pero discrepo de la mayoría de que presente la mejor versión del Joker del cine. Considero, por el contrario, que el Joker de este filme no puede ser una buena versión del icónico personaje del cómic porque le falta algo, aparte de su locura, que es esencial a este personaje de ficción: el Joker del cómic posee, a pesar de su locura, una mente brillante, cosa ausente de la versión interpretada por Phoenix. Si este Joker fuera la mejor versión del Joker, el Batman de este universo sería un bobalicón. Es sorprendente, sin embargo, que muchos especialistas en cómic se hayan entregado ante el Joker de Phoenix proclamándolo como "la mejor versión del Joker" desconociendo que carece, absolutamente, de una inteligencia y mente aguda que lo convierta en el mayor archienemigo de Batman, en un personaje que pueda enfrentar al "mejor detective del mundo" y hacerle la vida a cuadritos.
El Joker de Phillips no distingue lo fáctico de lo que su mente alterada le hace creer producto de su enfermedad mental. El Joker de Nolan, en cambio, distingue perfectamente lo fáctico, al punto que a partir de ellos puede manipular a las personas a su alrededor. Su locura se expresa en su deseo enfermizo por sembrar caos y violencia.
Un personaje como el Joker de Phoenix jamás podría ser un enemigo de Batman, ser un maestro del crimen, escaparse mil veces de Arkham, porque no muestra ningún atisbo de inteligencia privilegiada y su locura es tal que no puede recordar si quiera si algo sucedió o no.
De otro lado, esta película no pertenece al género de superhéroes. El hecho que aparezcan algunos personajes del cómic de Batman, aun alguno como personaje principal, no la convierte en una película de superhéroes. No cumple con los elementos del género.
Para mí, “Joker” es una buena película, y nada más que eso, sobre un hombre mentalmente enfermo que cruza cierta línea de su locura para no volver atrás. Los mayores méritos de este filme descansan en una excelente actuación de Phoenix y un manejo formidable de la fotografía y dirección artística.
La idea de presentar al personaje principal de esta película como una versión del Joker del cómic parece tener razones puramente comerciales. Y la estrategia comercial ha tenido éxito: muchos amantes de los comics se han rendido a sus pies, proclamando que es una de las mejores películas de superhéroes y la mejor versión del Joker, cuando no es ni lo uno ni lo otro.
(vienen spoilers)
De otro lado, “Joker” no está exenta de defectos. Manipula de forma algo burda al espectador para generar compasión por el personaje (ejemplo, cuando al inicio es atacado por unos adolescentes; cuando es rechazado por una señora por tratar de divertir al hijo de ésta; cuando es golpeado en el metro; cuando es rechazado y golpeado por Thomas Wayne; cuando te enteras que tuvo una infancia infeliz, etc.) y le suceden eventos bastante improbables (ejemplo, que lo inviten al programa de su animador favorito; que se pueda aproximar a la casa de los Wayne sin que haya seguridad alrededor; que, en una escena muy forzada, logre arrebatar al personal de Arkham el expediente de su madre; que, estando en el set de televisión y mostrándose absolutamente desquiciado, nadie de seguridad, por un largo rato, reaccione para detenerlo; que un tipo como él sea capaz de inspirar a la gente de una ciudad; que un magnate como Wayne ande sin seguridad en una ciudad tan peligrosa como la descrita; etc.), tantos que, pese a ser cada uno de ellos completamente verosímiles, en conjunto, se vuelven en imposibles. Estos aspectos que tanto son criticados en las películas de superhéroes abundan en esta película -que, como dije, no pertenece a dicho género- y le son pasados por alto por la una buena parte de la critica que se ha rendido ante los méritos de una buena actuación y dirección artística.
Aunque interesante y buena, “Joker” es, por todo lo que se dice de ella, una de las películas más sobrevaloradas de los últimos tiempos.
Aunque interesante y buena, “Joker” es, por todo lo que se dice de ella, una de las películas más sobrevaloradas de los últimos tiempos.