viernes, 30 de octubre de 2009

Conversaciones Absurdas (3)

Efecto Mariposa
x Carlos Tovar

- ¿Sabes en qué consiste el Efecto Mariposa?

- Más o menos. Más que tú con seguridad que sí, jajá. Pero ya sabes que lo que no sé me lo invento ;)

- Bueno ¿y en qué consiste?

- En que el aleteo de una mariposa en un lado del planeta puede causar una tormenta en otro lado del planeta…

- ¿Algo tan simple como el aleteo de una mariposa puede causar una tormenta?

- Sí. La idea detrás es que perturbaciones pequeñas en las condiciones iniciales de un sistema pueden generar cambios significativos en sus condiciones finales. ¿Entiendes?

- Más o menos. ¿Eso quiere decir que yo puedo hacer algo que, por pequeño que parezca, puede generar un efecto tan grande en el otro lado del mundo?

- No creo que tú, pero una mariposa seguro que sí, jajá.

- Sin bromas… Si lo que dices es cierto, eso nos daría un poder enorme a cada uno…

- !De ninguna manera! Primero, no debes tomarlo literalmente. Segundo, no puedes tener poder sobre algo que no controlas y nadie dijo que puedas controlar los efectos finales, ni siquiera los intermedios…

- OK, pero si esa teoría es cierta, no se puede predecir nada de nada. ¿Y dónde queda la Teoría Determinista?

- Queda mal, jajá.

- !Lo imaginaba!

- En realidad no, sólo bromeaba. Por un lado, tienes razón al decir que no se puede predecir nada porque para hacerlo yo debería conocer las condiciones iniciales con total y absoluta exactitud. Basta que me equivoque en el valor de una de ellas, por un pequeñísimo margen de error, y los resultados finales pueden ser totalmente distintos a los esperados. El Efecto Mariposa es parte de lo que se conoce como la Teoría del Caos... precisamente por esa incapacidad de predecir los fenómenos que sucederán. Ahora bien, la idea de causa efecto que está detrás de la Teoría Determinista permanece correcta. Los cambios no se deben a que no haya causa-efecto sino a la falibilidad en medir con exactitud las causas (condiciones iniciales) lo que traerá como consecuencia que no se puedan derivar las consecuencias correctas…

- ¿Entonces, según el Efecto Mariposa no es posible predecir el futuro? Digo eso porque sólo se podría predecir el futuro si todas, absolutamente todas las cosas, por mínimas que sean, están completamente determinadas, no pueden ser modificadas, de lo contrario cualquier escenario “futuro” sería fácilmente evitable, cambiando únicamente una pequeña variable…

- Vaya…

- ¿Y qué hay de la formación del Universo? Cualquier cambio en las condiciones iniciales en él, un efecto de la fuerza gravitatoria más fuerte aquí que allá devendría en un Universo totalmente distinto al que conocemos. Tal vez incluso no habría vida, ni galaxias o todo sería una multitud de planetas y galaxias sin nada de nada.

- Mmm…

- ¿En qué piensas?

- Pienso en cómo una simple pregunta puede devenir en una conversación tan caótica como ésta jajá. Si hubiera optado por decirte que no sé nada del tema, ahora estarías mucho menos confundido ;)

jueves, 29 de octubre de 2009

Delirio Rojo

Estuve buscando si habían buenos grupos de rock que hagan música cristiana y me topo con dos grupos. El primero, un grupo inglés llamado "Delirious?" (Littlehampton, 1996), que suena muy bien y ha ganado los discos de oro que otorga la RIA (Recording Industry Association of America).

Delirious?: "Solid Rock"


El segundo, en un estilo más pop-rock, es un grupo mexicano llamado "Rojo" (Sonora, 2001) que también suena muy bien. Rojo viene a una gira por Perú y tocará en Lima el 9 de diciembre de este año.

Rojo: "No me soltarás"


lunes, 26 de octubre de 2009

Farsa del pulmón robado e indignación desmedida


Apenas salió la noticia de que el robo del pulmón de la exhibición “El Cuerpo Humano: real y fascinante” habría sido una farsa montada por la empresaria Susan Hoefken, como una estrategia para atraer público a su exhibición, la gente, en una indignación que puede ser comprensible pero desmedida, ha sacado, "en one", su fusil y disparado contra la empresaria.

“No debe haber persona más odiada en el Perú que la Hoefken”, leo en una nota de periódico. A los pocos minutos de la noticia de que el robo fue farsa, recibo una invitación facebook a unirme a una cruzada contra la empresaria denominada “Cárcel para Susan ’pulmón’ Hoefken”. El presidente Alan pide que se le quite la nacionalidad peruana a la empresaria señalando que lo que ella hizo es “gravísimo y malvado” y que “no parece peruana” y que “inventó el robo para ganarse cuatro billetes”. Luciana León ha pedido que Hoefken asuma sus responsabilidades y “las sanciones más drásticas”.

Hoefken ha concentrado el odio de las personas de una manera tal que da, realmente, miedo. Hay dos cosas acá que me parecen fundamentalmente mal.

La primera -elemental- es que se deben escuchar primero sus descargos y esperar que terminen las investigaciones. Las pruebas parecen ser muy contundentes, pero, por principio, se debe esperar.

La segunda es que aun si se llegase a determinar su culpabilidad, la indignación del público no tiene porque ser desmedida. Me sorprende toda esa gente que, invocando un falso patriotismo, casi, casi, ha pedido el linchamiento en plaza de la Hoefken. Digo falso porque me resulta exagerado que se considere esto como un acto supremo de anti-patriotismo en un país en el cual hay cosas que realmente afectan más la imagen del país. ¿Acaso el robo del pulmón afecta la imagen del país más de lo que la afecta el comportamiento de algunos congresistas? ¿Alguien le pidió a la congresista que contrataba asistentes fantasmas que renuncie a su nacionalidad? ¿A la congresista roba-luz que haga lo propio también? ¿Qué afectará más la imagen del país: qué se robaron un pulmón o ver que un policía de tránsito pide coima de la forma más natural y que los ciudadanos motorizados accedan fácilmente a ella? ¿Acaso pidió Alan que algunos de los congresistas, empezando por Mantilla, renuncien a su nacionalidad porque aparecieron en los vladivideos?

Espero que no se me malentienda y se crea que no comprendería la indignación de la gente si se comprobara que el robo del pulmón fue una farsa tramada por Hoefken. Si ella es encontrada culpable debe exigirse, como en cualquier caso, que asuma su responsabilidad y la pena correspondiente. Sin embargo, me parece exagerado y fariseo todas las muestras de odio hacia su persona, habiendo tantos actos que causan realmente mucho más daño a la imagen del país.

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Nota: Para los suspicases que nunca faltan, el segundo apellido de la Hoefken es igual al mío, pero no tengo ningún parentesco con ella.

viernes, 23 de octubre de 2009

La farsa de la adivinación


Dicen que cuando sus vecinos le tocaban la puerta a Zandrox, fallecido astrólogo y hacedor de horóscopos limeño de los ochentas, y éste preguntaba “¿quién es?”, pícaramente le respondían: “adivina”.

Parece broma pero para mucha gente la adivinación es cosa seria. Esta práctica existe desde por lo menos 3 mil años atrás y tal vez me quede corto en cifras. Todo el mundo conoce a alguien que se ha leído las cartas, la mano y todo lo que se pueda leer, para saber qué le depara el futuro. Y no sólo personas místicas sino también personas que creen fervientemente en el poder de la ciencia y lo racional.Antes de continuar debo decir que creo en la ciencia pero reconozco en la misma ciencia ciertas limitantes. La ciencia busca descubrir y explicar la verdad, no es la verdad en sí misma. Está limitada por la compresión de la mente humana, ésta a su vez por la observación, esta última por los medios que disponemos para observar, etc., etc., etc. La ciencia, por ejemplo, no acepta el presentimiento como un medio válido. Y, en términos prácticos, y por rigurosidad, está bien que sea así, pero ello constituye una limitante de la ciencia para observar el mundo que nos rodea y en última instancia para dar explicación a todo lo que ocurre en él, al menos por ahora. Es una situación que debemos aceptar si queremos ser objetivos. Pese a ello resulta difícil teorizar la validez de la intuición y el presentimiento, -por mencionar unos ejemplos-, como medios, primero, de observación y, luego, de conocimiento; pero están allí y no podemos decir que no importan.

Estoy seguro que, a estas alturas, habrás pensando ya en más de una experiencia en la que la intuición y presentimiento te sirvieron más que tu retina y oídos (de la intuición, también, se sirvieron varios grandes científicos para hacer sus descubrimientos). Más de uno ha pensado en un ser querido al que no ha visto en mucho tiempo y de pronto se entera que esa persona estuvo muy enferma o se murió. O se ha despertado a medianoche pensando en un ser querido cuando en ese mismo instante ese ser había ido a parar a un hospital. Ese tipo de fenómenos, por llamarlos de alguna manera, les suceden a algunas personas frecuentemente más que a otras, por lo que no podemos afirmar que sea una casualidad. Creo, simplemente, que esas personas tienen más desarrollados los presentimientos que otras.

La adivinación, sin embargo, es un tema más oscuro. Es una práctica que está mucho más extendida de lo que parece y entre gente de distintos estratos sociales y niveles de educación. Como expliqué, no creo que sea posible analizarla desde un punto de vista científico porque tiene muchos elementos que escapan a los parámetros de la ciencia. Puedo hacer de escéptico y decir que son inventos de gente ignorante, pero sería muy simplista hacerlo. Así que dejo la ciencia de lado, y me quedo con la intuición y la razón (fuera de la ciencia hay también razón). Y, especialmente con mi fe, atreviéndome a hablar de este fenómeno desde mi fe en Dios. Todo esto puede sonar absurdo o muy difuso para las personas que no creen en Dios, pero, justamente, el ánimo que tengo es compartir todo esto entre aquellos que creyendo en Dios acuden y se hacen dependientes de los adivinos. Así que, querido lector, agnóstico o ateo, quedas advertido.

Básicamente, la adivinación apela, en mayor o menor medida, al hecho que la mayoría de gente sucumbe a la tentación de saber qué le depara el futuro. Lo curioso es que algunos adivinos terminan convirtiéndose en guías y consejeros de las personas que acuden a ellos, a quienes, por una módica o inmódica cantidad de dinero, les dicen lo que necesitan saber sobre su futuro. Por lo que sé, además, prácticamente todos los adivinos son tan espirituales que creen en Dios. Es curioso que no haya adivino ateo. No dudo que algunos pocos de ellos son medianamente certeros (aunque intuyo que más adivinando el presente que adivinando el futuro) pero creo que todos, sin excepción, representan una farsa. Unos, la gran mayoría, porque no tienen ninguna habilidad de adivinación, son simplemente charlatanes. El resto, los que tal vez tienen esa capacidad, porque mienten al presentarse como guías espirituales o una suerte de mensajeros de Dios.

En la Biblia, e incluso en el Corán, la adivinación sin un propósito divino es una práctica prohibida por Dios. Existen muchos pasajes desde los tiempos de Moisés en los que, explícitamente, la adivinación es considerada una práctica condenada por Dios (ver por ejemplo los libros de Levítico y Deuteronomio). En términos bíblicos, la predicción del futuro está reservada sólo a Dios. Así, por ejemplo, vemos que Jesús mismo hizo predicciones, como por ejemplo la destrucción de Jerusalén. Otras predicciones bíblicas fueron hechas a través de profetas como Isaías y Daniel, quienes por ejemplo profetizaron sobre la venida de Cristo y su reino (Isaías 53 y Daniel 10). Sin ir más lejos, el Apocalipsis, conocido también como Revelaciones, es un libro que contiene profecías sobre el fin de los tiempos. La profecía, a diferencia de la adivinación, es por voluntad divina no humana.
Resulta interesante notar que la Biblia no niega que exista gente con el poder de la adivinación (o espíritu de la adivinación como se le denomina en algunos pasajes bíblicos) pero prohíbe practicarla (la profecía tiene sólo propósitos divinos, no el provecho individual). Además de prohibirla, Dios advierte que él tiene el control de lo que acontecerá. El libro de Isaías dice «Yo frustro las señales de los falsos profetas y ridiculizo a los adivinos; yo hago retroceder a los sabios y convierto su sabiduría en necedad» (Isaías 44:24). En el libro de Miqueas se dice: «12 Pondré fin a tus hechicerías y no tendrás más adivinos. 13 Acabaré con tus ídolos y con tus monumentos sagrados; nunca más volverás a postrarte ante las obras de tus manos» (Miqueas 5:12).

Pese a lo anterior, quienes practican la adivinación se presentan así mismos como creyentes en Dios. En el libro de los Hechos de los Apóstoles, que narra la labor evangelizadora de los primeros cristianos, hay un pasaje muy claro sobre cómo los adivinos se presentan a sí mismos como seguidores de Dios sin verdaderamente serlos. Lucas, acompañante de Pablo y autor de este libro, cuenta que: «16Una vez, cuando íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una joven esclava que tenía un espíritu de adivinación. Con sus poderes ganaba mucho dinero para sus amos.17 Nos seguía a Pablo y a nosotros, gritando: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, y les anuncian a ustedes el camino de salvación”. 18 Así continuó durante muchos días. Por fin Pablo se molestó tanto que se volvió y reprendió al espíritu: “¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de ella!” ». Resulta, a todas luces, un pasaje muy esclarecedor.


Estoy convencido de que en el mediano o largo plazo las personas que depositan su fe en la adivinación terminan, en el mejor de los casos, sólo saboreando un pedacito de todas las bienaventuranzas que sus adivinos les predicen (o creen que les han predicho, porque el poder de la sugestión es enorme), pero que, a la larga, terminan sintiendo la misma incertidumbre sobre su futuro que sentían cuando acudieron a éstos. No deja de asombrarme cómo mucha gente está más abierta a la experiencia de depositar su fe (porque al final de eso se trata) en las artes y consejos de un adivino, que, aunque sea por curiosidad, intentar un acercamiento a Dios a través de Cristo.

Carlsen luego del 2nd Perl Spring 2009

Hace unos días, Cheessbase publicó una nota sobre la entrevista televisiva realizada a Carlsen por un canal noruego, tras su espectacular victoria en el Torneo Perl Spring 2009 de China. Carlsen obtuvo 8 de 10 puntos posibles, sacando una ventaja de 2.5 puntos sobre su más cercano seguidor, Topalov. Con 18 años Carlsen es probablemente el segundo jugador más fuerte del Planeta y prospecto seguro de campeón mundial en un futuro próximo.

En mi opinión, Carlsen tiene un estilo impresionantemente preciso y armonioso que sólo he visto en las partidas de Bobby Fischer. Como Bobby, posee una enorme capacidad de cálculo y encuentra también planes sencillos y directos pero que, asombrosamente, son difíciles de detener por su rival de turno. Es, en muchos sentidos, el nuevo Bobby Fischer, aunque con un carácter menos temperamental comparado con el genio americano. Personalmente lo sigo desde el 2007, desde que ya daba muestras claras de ser un gran prospecto de campeón mundial.

En la mencionada entrevista, con respecto a su interacción con Kasparov, el entrevistador le pregunta “¿Tú le enseñas algo a Kasparov mientras están trabajando juntos?” A lo que el as noruego responde “Nuestros estilos de juego son muy diferentes, con lo cual le puedo enseñar muchas cosas. Al mismo tiempo, él tiene también muchísimo que ofrecerme”. Por lo visto Carlsen tiene las cosas claras.

martes, 13 de octubre de 2009

¿Cuánto mide ...?


Navegando en la web descubro una singular página que mide la estatura de personajes conocidos. Hay que poner el nombre de uno de ellos y automáticamente aparece su estatura. Así uno comprueba que Natalie Portman (160 cms) y Winona Ryder (161 cms) tienen casi el mismo tamaño; que Penélopez Cruz no está muy lejos (162 cm); que la Adjani tampoco (163 cms); que la Bellucci es alta (170 cms) pero que la Roberts lo es más (172 cms); que la Kidman es una gigante (179 cms) pero la Thurman más alta aun (181 cms), incluso más que la Weaver (180 cms). Que Woody Allen es menudo (165 cms), Dustin Hoffman tiene apenas un cm más (166 cm), Pacino dos más (167 cms). Que Ed Norton es alto (183 cms). Y que, como todos ya sabíamos, DeVito es un torero de cuy (147 cm).



sábado, 10 de octubre de 2009

Conversaciones absurdas (2)

En la Playa
x Carlos Tovar

Acto 1:
- Hace mucho calor.
- Demasiado. Mira cómo quema el sol. Estoy como un camarón.
- Y mira la playa, está hermosa. Lástima que haya mucha gente.
- Sí, demasiada. Tendremos que irnos a otra playa.
- Hay que andar con cuidado... ¿Ves ese niño?
- Sí, claro.
- Pues creo que es el mismo niño que le pisó el brazo a Gregorio. El brazo izquierdo. Y lo que es peor es que después de pisárselo fue a llamar a sus padres. Gregorio, con el brazo lastimado, apenas pudo escapar.
- Mejor nos vamos. Ahí vienen dos niños.

Acto 2:
- ¿Bartolomé, estás seguro que estaban acá?
- Sí, te aseguro que los cangrejos estaban justo ahí donde estás parado.

martes, 6 de octubre de 2009

Meditaciones sobre Dios y dios

Cada vez es más común encontrar personas que creen en algo así como una fuerza o energía presente en todo el Universo, que influye en nuestras vidas, pero que carece de conciencia y por tanto de persona. Algo así como un dios impersonal, uno omnipresente pero sin entidad ni persona.

Asumamos que ese dios impersonal existe, que es una fuerza mística (por llamarla de alguna forma) que rige el destino de todas las personas que habitamos en el Universo. Resulta evidente que, de ser así, esta fuerza mística trascendería a las leyes de la física, la cual reconoce la únicamente la existencia de cuatro fuerzas en el Universo (la gravitatoria, la electromagnética, la fuerte y la débil) que explican todos los fenómenos que ocurren en él. Como todos estamos sujetos a esa fuerza mística o dios impersonal, ella nos vincula, además, haciéndonos parte de un todo, de una gran unidad. Una fuerza a la que podemos invocar con nuestra mente (o en oración al Universo si queremos).

Si es así, resulta evidente que ese dios impersonal debería estar por encima de todos los seres y cosas que existen en el Universo, en tanto puede influir no sólo en el destino de millones y millones de personas en el planeta (para los que creen en la vida en otros planetas, también en los seres de otras galaxias) sino en cada detalle de sus vidas cotidianas; influyendo en sus voluntades. Me pregunto, ¿cómo es posible que ese dios, siendo evidentemente superior a todos nosotros, carezca de consciencia? ¿No es acaso nuestra conciencia lo que nos hace superiores al resto de seres vivos en este planeta, al permitirnos ser conscientes de lo que somos y hacemos? ¿Cómo es posible que esa poderosísima fuerza mística o dios impersonal que trasciende los parámetros conocidos de la física, que dirige voluntades, que influye en millones y millones de vidas y escucha nuestros llamados, carezca de consciencia y por tanto de persona? Es decir, ¿cómo es posible que sea impersonal?

¿Y sobre la base de qué actuaría esa fuerza mística? Resulta evidente que si no tiene alguna capacidad de decisión, en su defecto, debería regirse mecánicamente por algún tipo de criterio más elevado. [¿Qué pasaría, por ejemplo, si dos personas invocan cosas totalmente opuestas donde no es posible satisfacer a una sin dejar insatisfecha a la otra? ¿Puedo dar alguna respuesta a esto sin darle a dicha fuerza mística alguna pizca de conciencia y voluntad o, en su defecto, de algún criterio preestablecido? ¿Cuál sería su criterio de discernimiento?]. En ese caso, ¿cómo es que ese criterio existe? No podría existir a consecuencia de las leyes físicas porque, como dijimos, este dios impersonal trasciende a las leyes de la física (no se rige por ellas). En cualquier caso, asumiendo que dicho criterio simplemente existe, uno debería esperar, al menos, que éste sea inmutable en el tiempo. (Y que sea, además, parte esencial del dios impersonal e inconsciente, más aún, sea él mismo). Que no cambie, porque si ese criterio cambia, algo tendría que hacerlo cambiar, y como ese algo sólo podría ser el propio dios impersonal (suprema fuerza que rige TODO) en ese caso estaríamos aceptando que dicho dios impersonal tiene voluntad y es, por tanto, una persona.

Para ser consistentes con lo anterior, entonces, el dios impersonal, así como sus criterios que lo rigen (que, por razones que ya expliqué, tendrían que ser parte de él y él mismo a la vez) debería ser absolutamente inmutable. Pero si ese dios impersonal es inmutable, el que es hoy debió ser el mismo que fue, por ejemplo, durante el Big-Bang (asumiendo que fuera cierta esta teoría). En ese caso, si, como postula la teoría del Big Bang, todo el Universo era del tamaño de una pelota de tenis, donde sólo existían abundantes elementos químicos pero ninguna forma de vida, ¿qué sentido tendría que el dios impersonal tenga desde ese inicio los criterios para regir la vida de las personas y cosas que habrían de existir miles de millones de años después? ¿Cómo puedo responder a esa pregunta sin aceptar que dicho dios impersonal debía tener conciencia de lo que habría de suceder años después, o sin aceptar que exista alguien por encima de él que sí posea conciencia y conocimiento de lo que habría de venir? ¿Podría un dios impersonal, etéreo, saber todo lo que iba a pasar o tenerlo previsto sin tener un grado de conciencia?

En mi forma de ver, no es que las preguntas anteriores sean imposibles de responder, sino que las respuestas a las que arribamos contradicen el propio supuesto de las preguntas, es decir, la existencia de un dios impersonal. El problema, desde mi punto de vista, surge porque se pretende forzar la figura de un dios omnipresente e influyente en nuestras vidas pero inconsciente, sin voluntad ni ser individual. Para mí carece de sentido la idea de un dios con esas características. Podría existir esa fuerza mística inconsciente sí, pero sólo si por encima de ella está un ser superior y consciente que la determine. Un Dios con voluntad.

domingo, 4 de octubre de 2009

La última estadía de Fischer en Buenos Aires

Estando en Buenos Aires, fui, por sugerencia de James Alvis, a la librería especializada en ajedrez de Juan Morgado, ubicada en pleno corazón de la ciudad, en la primera cuadra de la Calle Perú, en el cuarto piso del Edificio Perú.

Esta librería tiene una bien nutrida lista de publicaciones ajedrecísticas, entre libros clásicos y no pocas revistas ya históricas. Para ser sincero, sin embargo, no fue sólo eso lo único que me llevó a ella sino también recordar que, en 1996, Juan Morgado, su dueño, había recibido la visita inesperada de Bobby Fischer, quien por junio de ese año se encontraba en Buenos Aires para promocionar el Fischer-Random (Ajedrez 960). Aquella visita fue narrada con muchos detalles en una nota publicada en un ejemplar de la revista Jaque. Fischer, en compañía del GM Eugenio Torre, había entrado por primera vez en la librería y se había quedado revisando los libros por un par de horas (era evidente que el ajedrez clásico aún le interesaba). En una visita posterior un periodista, sabiendo que Bobby estaba allí, acudió a la librería para hacerle la nota en cuestión.

Bobby se encontraba hospedado muy cerca de la librería de Juan Morgado, en el Claridge Hotel ubicado en la Calle Tucumán 545, a media cuadra de la famosa calle Florida (esta última, por cierto, se convierte en calle Perú). Según me comentó Juan Morgado, Fischer regresó por su cuenta algunas veces más y siempre se quedaba dos o tres horas en la librería.

En 1996, Bobby gozaba de cierto anonimato en Buenos Aires. Su fama ya no era la misma que años antes tuvo. Sólo el público especializado se podía percatar de su presencia, no el resto de habitantes de una ciudad que un cuarto de siglo atrás, en 1971, veía paralizada la Calle Corrientes cada vez que se jugaba una partida del match de semi-finales entre Fischer y Petrossian, en el Teatro San Martín. Las cosas habían cambiado mucho. Ahora, también, Bobby tenía mucho tiempo a su disposición... Y andaba con un buen fajo de dólares en la cintura (al parecer lo llevada en una especie de canguro) del cual sacaba dinero para comprar los ejemplares que le gustaban (se me ocurre que Bobby no gustaba o desconfiada de las tarjetas de crédito y prefería andar con dinero en efectivo).


Hotel donde se hospedaba Fischer


Como se sabe, el match en el que Torre iba a participar se canceló. Según pude indagar, no sólo con Morgado sino con gente del “Club Argentino de Ajedrez”, hubo fuertes sospechas de que el dinero público aprobado y desembolsado para financiar el match había sido apropiado por particulares. Entonces, las gestiones del match quedaron nulas y el encuentro se canceló. “Fue un escándalo” me dijeron indignados en el "Club Argentino de Ajedrez". “Fischer se sintió estafado” me comentó Morgado lamentándose. Y no era para menos. Durante muchas semanas previas Bobby había estado trabajando en promover el match para que al final nunca viera la luz.

Fue una pena que el match no se realizase. Bobby quedó indignado por lo sucedido y se fue de la Argentina sin poder ver realizado el match que iba a promover su variante de ajedrez. Me contó Morgado que pocos días después de que se supo que el match no tendría lugar, Bobby asomó la cabeza por la puerta de la librería. Al verlo, Morgado le dijo “Vení y contame ¿qué sucedió?” a lo que Bobby tajantemente respondió “No quiero hablar de eso”. A los pocos días, luego de haber permanecido un mes en Buenos Aires, ciudad que siempre le había traído buenos recuerdos, Bobby abandonó la Argentina. La misma que lo conoció cuando tenía 16 años y le tocó jugar el Torneo de Mar del Plata en 1959. La misma que se había rendido a sus pies en el match contra Petrossian jugado en el Teatro San Martin de la Calle Corrientes en 1971. Se fue y lamentablemente no volvió más. Imagino que un sabor bastante amargo se llevaba en esta oportunidad, incrementado su desconfianza hacia las personas...


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Recorrido peatonal: Yendo a la Librería de Morgado (30 de setiembre 2009)

Comparto un video del recorrido hacia la puerta de la librería de Juan Morgado, empezando en la segunda cuadra de la Calle Perú en Buenos Aires. Esta librería es un paso obligado para los amantes del ajedrez que estén de paso por Buenos Aires. (Calle Perú 84, 4to piso, Oficina 54).



Nota: la fecha correcta es del 30/09 no 30/10

sábado, 3 de octubre de 2009

El Rincón del Coleccionista

(En la foto: Wellington Gabriel Mainero)

Durante una reciente y breve visita a la linda cuidad de Montevideo, tuve la suerte de conocer un paraíso de la historieta llamado "El Rincón del Coleccionista". Este lugar es simplemente la mejor librería de historietas en la que he estado. Y eso que he buscado e indagado por este tipo de librerías en ciudades “comiqueras” como Buenos Aires, Madrid, Barcelona, Paris, Bruselas y New York. Aunque en estas ciudades he encontrado muy buenos locales especializados en historietas, ninguno como "El Rincón del Coleccionista”.

Esta librería, ubicada en Uruguay 912 del centro antiguo de Montevideo (en el cruce con Convencción), tiene una colección de las mejores historietas del ayer y del hoy. Abrumado por tan magníficas publicaciones, se me ocurrió pensar se trataba de El Paraíso, donde las almas los grandes dibujantes y su eterna pluma habían encontrado la morada perfecta.

El dueño del local, Wellington Gabriel Mainero, es además, como no podía ser de otra manera, un erudito en historietas con quien uno puede quedarse hablando por horas (en mi caso, principalmente, escuchándolo, porque es poco o nada lo que yo pueda decirle que él no sepa sobre cómic). Mainero es historiador, escritor y cuentista, y un gran conocedor también de literatura fantástica y de ciencia ficción.
Rincón del Coleccionista

Si eres aficionado al cómic, "El Rincón del Coleccionista" es una razón más, de las muchas que hay, para visitar la bella y tranquila ciudad de Montevideo.


Rincón del Coleccionista

Nota: quiero agradecer a "Chiqui" Vilca por ponerme en contacto con Matías Castro y Rodolfo Santullo, quienes, a su vez, me recomendaron visitar "El Rincón del Coleccionista"